La causa de este encierro está en el conflicto entre la propietaria del edificio donde se sitúa la guardería ‘El Trébol’, —que dejará de prestar su servicio como consecuencia de una obras en el edificio que el Ayuntamiento de Foios ha autorizado concediendo la licencia de obras— y la directora de dicho centro que se opone a las mismas. En un frente común, unidos tanto padres, propietarios y otras fuerzas políticas, que han censurado la actuación municipal que concedía la licencia cuando dichas obras significará que el centro deje de prestar su servicio, con el consiguiente perjuicio para los padres que ven como tienen que buscar otro lugar para poder dejar a sus hijos.
Así, en la mañana de este jueves, un grupo de padres han acudido a este centro educativo con el fin de impedir el desalojo que se iba producir en dicho centro tras el auto judicial en el que se admitía la reforma del edificio, defendido por su propietaria, aunque eso signifique el cese de la actividad de la misma. En principio, el auto establecía que la propietaria acometiera las obras cuando no exista actividad escolar, pero como el centro ha seguido abierto durante el mes de agosto como una escuela de verano, ahora son los padres que se ven afectados y perjudicados con dicha reforma.
A primera hora de la mañana, la Policía Local junto al secretario judicial llegaban a la puerta del centro para informar de su cierre, lo que llevó a las familias a entrar en la escuela junto a sus hijos, impidiendo el cierre de la guardería, debido a la presencia de niños.
La fuerte demanda de plazas para el verano está en la causa por la que L’Escoleta no ha cerrado en agosto, justo tras acabar el curso. Mientras, la propietaria estima que tiene una resolución que le permite afrontar unas obras en las que quiere construir una nueva planta (en la actualidad tiene dos y desea una tercera) y, para ello, tiene que apuntalar los cimientos, donde se sitúa el bajo comercial de la guardería que cuenta con un contrato de arrendamiento para dos décadas, como defienden los propietarios de l’Escoleta. La propietaria del edificio cree que la no interrupción de la actividad responde al hecho de querer impedir una obras por la que llevan años de litigio judicial ambas partes.
La orden se produce después de que el Ayuntamiento del municipio concediera una licencia de obra a la propietaria del edificio, incluido el bajo, para construir una tercera planta, lo que obliga a realizar obras de refuerzo en la estructura de todo el inmueble. Sin embargo, la dueña de la escuela continua ofreciendo sus servicios, ya que según informó a este diario tiene un contrato durante 20 años, por el que tiene derecho a abrir durante 12 meses, incluso en temporada estival, cuando se ofrece el servicio de escuela de verano.
FOTO: Facebook PP de Foios