València, 27 dic. – El caso por la muerte de Marta Calvo regresa a su punto de partida. La joven de Estivella desaparecía tras quedar el pasado 7 de noviembre con Jorge Ignacio P. en la casa que éste tiene alquilada en Manuel (Valencia). Más de tres semanas después, el sospechoso se entregaba en la Guardia Civil de Carcaixent asegurando que había descuartizado a Marta después de que ésta, según su versión, falleciera tras mantener sexo y consumir cocaína.
Tras varias inspecciones a ‘fondo’ en la vivienda donde supuestamente transcurrieron los hechos, en el últimos de los registros, donde estuvo presente el acusado, se encontraron restos orgánicos en el desagüe del baño donde admitió haberla desmembrado.
Sin embargo, el uso de productos químicos que utilizó Jorge Ignacio para limpiar la casa y no dejar huellas ha impedido la identificación.
Según ha dado a conocer el diario ‘Levante’, los restos biológicos que se encontraron bajo el suelo del baño de la casa de Manuel no han permitido recuperar ADN suficiente como para confirmar que pertenecen a la joven de 25 años.
Al parecer, las muestras halladas son demasiado pequeñas y están muy degradadas por el uso de productos corrosivos de limpieza, lo que ha impedido a la Guardia Civil reunir suficiente material genético que ofrezca la certeza de que pertenecen a Marta.
Pese al ‘paso atrás’ en la investigación, la propia declaración de Jorge Ignacio le mantiene como principal sospechoso del caso, mientras los investigadores continúan, un día más, buscando el cuerpo de la joven en el joven en el vertedero de Dos Aguas.