El Ayuntamiento de València ha aprobado dedicar un espacio urbano a las Falleras Mayores de la ciudad. La rotonda situada en la confluencia del paseo de l’Albereda con la calle de Menorca y el puente de l’Assut de l’Or se denominará “Plaza de las Falleras Mayores de València”, como reconocimiento a su contribución en la preservación y promoción de las Fallas.
El concejal de Cultura, José Luis Moreno, destacó que esta decisión se tomó por unanimidad en la Comisión de Cultura, cumpliendo el compromiso de la alcaldesa María José Catalá, quien anunció esta iniciativa durante las pasadas Fallas. Catalá subrayó que este homenaje es una forma de agradecer el esfuerzo personal de las Falleras Mayores, no solo durante su reinado, sino también por su apoyo constante a las Fallas y a la ciudad.
Origen de las Falleras Mayores
La figura de la Fallera Mayor de València se remonta a los inicios del siglo XX, cuando las Fallas comenzaron a organizarse como una celebración popular estructurada. En 1933, se eligió a la primera Fallera Mayor, Leonor Aznar Carceller, y en 1941, a la primera Fallera Mayor Infantil, Teresa del Sacramento Agramunt.
Desde entonces, las Falleras Mayores actúan como embajadoras de la fiesta, presiden actos oficiales y representan a València en todo el mundo. Su papel ha sido fundamental para la declaración de las Fallas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2016.
Con esta nueva plaza, València rinde tributo a estas figuras que, a lo largo de los años, han dedicado su tiempo y esfuerzo a enaltecer una de las tradiciones más emblemáticas de la ciudad.