El Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP) es el desorden reproductivo más frecuente y afecta a un 8-13% de las mujeres en edad reproductiva. Esta enfermedad puede ser causa de infertilidad por anovulación en el 70% de las mujeres, lo cual lo sitúa como la causa más común de disfunción ovulatoria.
No quiere decir que las mujeres con SOP no puedan lograr un embarazo, pues la Medicina Reproductiva les ayudará a cumplir su deseo de ser madres en los casos más severos.
“Bien es cierto que las mujeres con SOP pueden presentar un mayor riesgo de aborto y complicaciones gestacionales, por lo que, además de ser fundamental la información previa al embarazo, deberá controlarse su etapa gestacional para minimizar riesgos”, comenta el doctor Manuel Fernández, director de IVI Sevilla.
A nivel metabólico, el SOP puede caracterizarse por la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia –mayor cantidad en sangre de insulina que lo considerado normal-. En este sentido, la obesidad asociada al SOP es otro factor relacionado con la infertilidad y las complicaciones gestacionales.
“Se estima que una pérdida de peso de alrededor del 5% puede mejorar los aspectos endocrinos y regularizar los ciclos menstruales al disminuir los niveles de andrógenos. Esta pérdida de peso mejora la tasa de ovulación y puede mejorar la tasa de gestación en un 5-10%”, apunta.
A todo ello se añade el efecto emocional del SOP. Y es que, las mujeres afectadas por este síndrome presentan mayor probabilidad y frecuencia de ansiedad emocional y depresión.
“El diagnóstico temprano del SOP es clave para abordar los síntomas, mejorar la calidad de vida e identificar problemas de fertilidad, así como para considerar más a largo plazo aspectos metabólicos, cardiovasculares y psicológicos. Cada vez hay más evidencias de la eficacia derivada de intervenir sobre el estilo de vida, tanto en resultados reproductivos como no-reproductivos”, afirma el Dr. Fernández.
Algunos de los síntomas más frecuentes del SOP son la amenorrea –ausencia de menstruación-, hirsutismo –crecimiento excesivo de vello-, obesidad y/u ovarios multifoliculares –que dan lugar a 8-12 folículos al mismo tiempo que no maduran y los óvulos no se liberan, conocido como anovulación-. Además, puede relacionarse con un mayor riesgo de desarrollar diabetes, intolerancia oral a la glucosa y un aumento general del riesgo cardiovascular.
Los signos y síntomas del síndrome suelen desarrollarse en la época de la primera menstruación, durante la pubertad. Sin embargo, en ocasiones, este síndrome puede manifestarse más adelante, en respuesta a un aumento de peso importante. Los signos y síntomas del SOP varían y el diagnóstico es fiable cuando se dan, al menos, dos de estos signos:
– Alteraciones menstruales como la oligomenorrea –menstruaciones poco frecuentes, con ciclos menstruales que superan los 45 días- o la amenorrea debida a una anovulación crónica.
– Hiperandrogenismos clínico o bioquímico
– Imagen ecográfica de ovarios Poliquísticos
“La disfunción ovulatoria, que se refleja clínicamente en los ciclos menstruales irregulares, se relaciona en un 80-90% de los casos con un diagnóstico de SOP en mujeres con oligomenorrea, que indica largos periodos sin regla y en un 30-40% de las mujeres con amenorrea o ausencia de regla. Es importante recordar que, si tomas anticonceptivos hormonales, estos pueden disimular estas irregularidades menstruales; si dejas de tomarlos, lo más normal es que reaparezcan”, explica el Dr. Fernández.
En mujeres con ovario poliquístico, el hiperandrogenismo, que se define como la presencia excesiva de andrógenos en la mujer, es muy común estando presente en aproximadamente un 78% de las mujeres con SOP y alcanzando una incidencia más elevada en mujeres con sobrepeso.
“El hiperandrogenismo se manifiesta físicamente a través del hirsutismo, o exceso de vello corporal en la mujer, siguiendo un patrón de distribución masculino; del acné, y de la alopecia, que se describe como una progresiva pérdida de pelo en el cuero cabelludo”, añade.
En presencia de oligo/amenorrea y de hiperandrogenismo, la imagen ecográfica no es estrictamente necesaria para el diagnóstico de la patología; sin embargo, ayudará a completar el fenotipo y puede resultar útil para otras indicaciones.
“Normalmente, se habla de ovario poliquístico cuando se cuentan más de 12 folículos por ovario; sin embargo, debido a la elevada incidencia de la enfermedad y a la subjetividad del diagnóstico ecográfico, la ecografía no es el criterio diferencial para el diagnóstico de la patología”, apunta el Dr. Fernández.
Convivir con el SOP
Aunque aún no existe el antídoto para acabar con el SOP, se puede controlar y aliviar sus efectos.
“Una dieta adecuada, hacer ejercicio físico -150 minutos semanales de ejercicio moderado o 75 minutos en caso de ser intenso- y realizar un tratamiento farmacológico determinado pueden ayudar en el manejo de esta enfermedad. La aplicación de estas medidas en mujeres con sobrepeso y con SOP se traducen en una mejora en los resultados reproductivos y en los niveles de los marcadores metabólicos incluso en presencia de pequeñas pérdidas de peso. A ello se une el impacto positivo que genera a nivel emocional y en la calidad de vida en general”, explica el Dr. Fernández.
En el caso de las mujeres que buscan gestación, a estas pautas anteriores se sumarán terapias farmacológicas y/o fecundación in vitro (FIV), dependiendo de cada caso en concreto y lo que precise para lograr embarazo.
“Los tratamientos de fecundación in vitro (FIV) serán necesarios como segunda opción de tratamiento. Es importante aclarar que las mujeres con SOP presentan tasas similares de gestación, aborto y nacidos vivos en comparación con mujeres sin SOP, aunque las primeras presentan tasas de cancelación más altas”, concluye el Dr. Fernández.