En el año 1605, Juan de la Cuesta, imprimía en su taller de la calle Atocha número 87 de Madrid, la primera edición de «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha».
Así veía la luz el primer Quijote de la Historia. Pero lo que muchos tal vez no sepan o no recuerden, es que tan solo unos meses más tarde se realizó una nueva edición en València.
Paseando por la calle San Vicente de la ciudad del Turia, poco antes de llegar a la plaza de la Reina, en el número 3 encontramos una lápida sobre la puerta que recuerda a los curiosos que reparan en ella, que en ese lugar vio la luz la primera y la segunda parte de El Quijote de Miguel de Cervantes.
Quijote. Foto: Hugo Román
Quijote Valencia
En ese mismo lugar, en 1605 se encontraba el prestigioso taller de Pedro Patricio Mey y Galés, un impresor nacido en València entre 1550 y 1556. Su empresa tipográfica publicó alrededor de unas 200 obras lo que le convirtió en el impresor valenciano más importante. Su fama hizo que diera luz en sus prensas a novelas de autores tan importantes como Lope de Vega o Gaspar Aguilar entre otros.
Pero sin duda lo que hizo pasar a la historia a Mey fue la impresión de la obra cumbre la literatura universal como así quiso recordar la ciudad de València en 1905 con motivo del III Aniversario del nacimiento de la obra de Cervantes, colocando esa lápida que señala el lugar donde se ubicaba dicha imprenta.
Hoy este hecho pasa casi desapercibido en la ciudad, pero en aquel 1905, València celebró por todo lo alto la efeméride. Además del mármol conmemorativo, Mariano Benlliure realizó el boceto en yeso del monumento a Cervantes que a día de hoy podemos admirar en los jardincillos de la calle Guillem de Castro. La presentación de dicho boceto coincidió con la colocación de la primera piedra del Colegio Nacional Cervantes.