València, 28 jun (OFFICIAL PRESS- EFE).- La retención en la entrada a Valencia de este martes es de las importantes. La avería de un camión y la colisión de un autobús con dos turismos, en ambos casos sin daños personales, provocan retenciones que suman los 17 kilómetros en la A-7, entre Moncada y Manises, y en la V-21, entre Alboraia y Albuixech.
Fuentes de Tráfico han informado a EFE de que la retención en la entrada a Valencia más importante, de hasta catorce kilómetros, se registra en el bypass, en la autovía A-7, donde un camión averiado en el término de Moncada ha obstaculizado la carretera y el tráfico está retenido hasta el término de Manises.
Retención entrada Valencia
En la V-21, la colisión de un autobús con dos turismos, que ha provocado solo daños materiales, ha causado una retención de tres kilómetros en sentido a València, en concreto desde Port Saplaya, en Alboraia, hasta Albuixech.
También hay pequeñas retenciones en la V-30 en Xirivella, de un kilómetro y medio; en la CV-35 en La Coma, con dos kilómetros; en la CV-30 en Terramelar, con cerca de un kilómetro; en la CV-35 en San Antonio de Benagéber, de dos kilómetros; en la CV-365 en Paterna, de algo más de un kilómetro; o en la V-30 en Xirivella, de un kilómetro.
El tráfico de València dispara los niveles de ruido entre la población a máximos
El 86,4 por ciento de la población de la ciudad de València está expuesta a niveles de ruido de tráfico por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) que sitúa a Bilbao, Málaga y Sevilla como las ciudades españolas con más vecinos expuestos a exceso de ruido.
Casi 60 millones de europeos viven sometidos a niveles de ruido generado por vehículos que son perjudiciales para su salud.
Según el estudio que publica la revista Environment International, que indica que si las ciudades europeas cumplieran con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en materia de ruido evitarían cada año más de 3.600 muertes por cardiopatía isquémica.
