Cultura

Rodrigo Cortés: «La película es un trabajo sensorial porque tratas que no solo se vea sino que se experimente»

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Rodrigo Cortés

«En el gueto de Varsovia en 1940, un grupo de actores judíos representa la obra «El amor en su lugar«, de Jerzy Jurandot. Los espectadores se emocionan ante una historia de amor y olvidan por un momento su difícil situación. Entre bambalinas, los actores se enfrentan a un dilema de vida o muerte ante la posibilidad de llevar a cabo una fuga después de la función.»

‘El amor en su lugar’ es la última película del director, productor y guionista español Rodrigo Cortés. Official Press ha hablado con él.

–Has logrado por fin tu sueño de rodar en Varsovia

Bueno en realidad en Varsovia no quedan restos, no quedan vestigios del gueto. Paradójicamente no era el lugar más adecuado para rodar. Recorrimos varios países de Europa tratando de encontrar las calles adecuadas, estuvimos a punto de rodar en Budapest y de repente se metieron en medio una serie elecciones políticas complicadas retirando los permisos generales, así que nos vimos reaccionando en un par de semanas con la película ya comenzada y acabamos rodando todo el arranque los estudios Babelsberg de Berlín.

–’El amor en su lugar’ es una película con una historia dentro, como una especie de Matrioska. ¿Cómo llega a tus manos esa historia que se representaba en el gueto?

La obra original que se llamaba en traducción literal del polaco algo así como ‘El amor encuentra apartamento’ la descubrió David Safier, el coguionista, el escritor alemán en una de sus documentaciones para uno de sus trabajos. Y se le ocurrió hacer una un pequeño un primer borrador sobre un grupo de actores que tuvieran que representar esa hora que existió de verdad en el gueto como homenaje a la troupe original. Cuando me llegó ese primer borrador y me interese en sus líneas maestras, decidí ponerme a leer durante varias semanas, no solo sobre el gueto, sino solo material escrito dentro del gueto entre el 41 y el 45 porque la Guerra Mundial con el tiempo se ha literalizado mucho, se ha limpiado mucho narrativamente pero lo que se vivía en tiempo real era una enorme confusión y muchas contradicciones, opiniones muy distintas. Unos creían que Cherniakov, el presidente del Consejo Judío era un gran hombre, que era un héroe otros que era un santo otros que era un santo pero débil. Unos incluso estaban a favor del gueto dentro, considerando que por lo menos estaban solos y juntos. Era una sociedad muy hacinada pero muy jerarquizada compleja. Había gente muy rica que tenía acceso al contrabando, a la carne…Había gente extremadamente pobre que moría por la noche congelada y cuyos cadáveres no importaban a nadie y se retiraban dos veces al día con carros de madera. Había artistas que seguían tratando de hacer lo que hacían inicialmente. Y existía esta obra que efectivamente se representó en enero de 1942 con un éxito enorme cuando a través de las canciones y los bailes y los chistes hablaba del propio gueto, de la enfermedad, de la muerte, del hacinamiento, de la necesidad de compartir el mismo cuarto por gente asignada por el comité de vivienda. En fin de la corrupción del Judeanrat de la violencia de la policía judía. Y es cuando afronté las sucesivas reescrituras que llevaron al guion final que es el que filmamos.

Para escuchar la entrevista completa a Rodrigo Cortés sobre su última película ‘El Amor en su lugar’ puedes pinchar en este enlace de nuestro canal de iVoox:

 

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