“Felicidades, todo está bien, es un tumor benigno”. Con estas palabras de su médico, el mundo de Tamara Gorro volvía a su sitio y, con él, la tranquilidad también para su familia y sus miles de seguidores virtuales.
Unas palabras de su marido, el futbolista Ezequiel Garay, en las redes habían encendido las alarmas “Tamara ha tenido que ser intervenida quirúrgicamente”. Poco después, fue la misma Tamara en un video quien explicó la razón de su paso por el quirófano: un retraso en la menstruación a causa de una «pelotita» que no debía estar allí. En su segunda visita, el doctor se decidió por una operación de urgencia porque el problema persistía. “Vieron que la pelotita había crecido y el ovario estaba secuestrado. Tuvieron que limpiar muchas adherencias y colocar el ovario», explicaba Tamara, que añadía: «Me dejaron muy limpita y han extraído un quiste que tiene que ser analizado”.
Ahora, la influencer reconoce que respira “con tranquilidad” y deja atrás la preocupación de los últimos días. “Reconozco que estos días he pasado por una montaña de sentimientos. La posibilidad abarcaba gran parte, pero entre ellos, inevitablemente, aparecía la inquietud y la duda”, ha reconocido Tamara una vez conocido el resultado. “Por lo tanto, capítulo no olvidado, pero sí cerrado”, ha escrito en sus redes. “Y ahora, ¡a comerse el mundo!”.
