VALÈNCIA, 11 Dic.- El 21% de los valencianos estaría dispuesto a implantarse un chip en el cuerpo para sustituir al smartphone y sus funciones. En este sentido, el almacenamiento de datos (39%), disponer de una cámara integrada (26%) y un reproductor de música (21%) son las funcionalidades preferidas de los valencianos para instalarlas en su cuerpo.
Así lo señala el estudio ‘Y después de los smartphone, ¿qué? Ciudadano Cyborg’, realizado por la aseguradora Línea Directa. De acuerdo a este informe, las principales desventajas de tener un chip serían, en opinión de los valencianos, posibles problemas de salud por tener un cuerpo extraño en el organismo (58%), que terceros tengan acceso a información personal (53%), y no poder desconectar digitalmente (50%). Las ventajas, según los valencianos, serían estar siempre localizable (34%) y no tener que llevar dispositivos físicos encima (29%).
Asimismo, el 12% de los valencianos consultados no es partidario de prolongar indefinidamente la vida a través de la tecnología cyborg por considerar que sería «contrario a la naturaleza» y generaría grandes desigualdades sociales (55%), ya que solo las personas con más recursos podrían acceder a ella.
Por otra parte, el 39% de los valencianos admite haber perdido capacidades desde que tiene smartphone; el 64% no recuerda más de cuatro números de teléfono; y el 47% tendría muchas dificultades para llegar a un nuevo destino sin disponer de GPS.
Por comunidades autónomas, La Rioja (28%), Andalucía (26%) y Canarias (24%) son los territorios donde sus habitantes están más abiertos a convertirse en cyborgs. En el lado contrario se sitúan Navarra (10%), Asturias (14%) y Aragón (16%), donde la gran mayoría de los ciudadanos lo considerarían «una barbaridad».
Fuente: EUROPA PRESS