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Vecinos de València denuncian la dejadez del gobierno de Ribó ante los ruidos y el botellón
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hace 7 añosen
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“Estableceremos una estrategia global contra la contaminación acústica en nuestra ciudad con las siguientes líneas básicas: Desarrollo y seguimiento de planes de actuación a partir de los mapas de ruido ya existentes con objetivos, medidas e indicadores claros (…); desarrollo de ordenanzas y medidas (informativas, educativas, de vigilancia y sanción) específicas contra el ruido en las zonas de ocio nocturno”.
Así reza el programa electoral con el que Compromís concurrió a las pasadas elecciones en el apartado de “reducción del ruido y prevención de la contaminación acústica” (página 100 versión castellano).
Sin embargo, la Federación de Vecinos lamenta que dos años después de tomar las riendas del Ayuntamiento, el equipo del alcalde, Joan Ribó, haya sido incapaz de poner en marcha ni un solo de los puntos que establece su propio programa electoral, pese a las continuas quejas y denuncias de las diferentes asociaciones de vecinos y particulares por la situación de masificación de terrazas, botellón, apartamentos turísticos y despedidas de soltero, entre otros focos de ruido, especialmente en las principales zonas de ocio de la ciudad.
La Federación lamenta también que el alcalde no solo incumpla su programa, sino también lo que él mismo denunciaba cuando estaba en la oposición.
Valga como ejemplo una nota de prensa de Compromís en la que el entonces concejal de la oposición, Joan Ribó, instaba al equipo de gobierno del PP a convocar de manera urgente la comisión de seguimiento de la declaración de la zona acústicamente saturada (ZAS) del Carmen: “La acumulación de personas en la vía pública bebiendo alcohol, el poco control que existe para impedir el acceso de vehículos con la música alta durante las noches del fin de semana -sobre todo en verano-, las nulas medidas alternativas y la absoluta incapacidad para fomentar el diálogo entre las partes puede llevar al barrio a un callejón sin salida”, argumentaba.
Varios años más tarde, la situación en este barrio es la misma, o incluso peor, con la única diferencia de que ahora el alcalde y responsable es el propio Ribó. De hecho, la asociación Amics del Carmen ha anunciado que solicitará al juzgado la ejecución de la sentencia que obliga al Ayuntamiento a establecer las medidas correctoras oportunas como zona ZAS, puesto que actualmente hay unas provisionales que se incumplen sistemáticamente.
La Federación de Vecinos de Valencia ha recordado que el pasado mes de noviembre de 2016 creó una mesa de trabajo formada por las asociaciones de los barrios ZAS (Carmen, Xúquer, zona Woody, Juan Llorens) y susceptibles de ser declarados ZAS (Cedro, Benimaclet, Ruzafa) con el objetivo de detectar focos de ruido y proponer posibles soluciones.
Tanto la directiva de la Federación, encabezada por la presidenta María José Broseta, como representantes de todas estas asociaciones mantuvieron una reunión el pasado 14 de diciembre con el alcalde de València, Joan Ribó, y con los concejales de Espacio Público, Carlos Galiana (Compromís), de Calidad Ambiental, Pilar Soriano (Compromís), y de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato (PSPV).
En el encuentro, Broseta entregó a Ribó un documento acordado entre las mencionadas entidades en el que se identificaban problemas y se proponían soluciones en materia de contaminación acústica (ver documento adjunto).
Entre los problemas destacan la saturación de terrazas, el botellón, los apartamentos turísticos, el tráfico y las despedidas de soltero y entre las medidas para hacerles frente, se propuso la creación de un registro público de los locales con terraza, la actualización del mapa del ruido con mediciones en todos los barrios y la puesta en marcha de medidas correctoras en los que se superen los límites establecidos, pero sobre todo, la creación de un observatorio municipal de contaminación acústica en el que estén representados los agentes implicados y que se reúna con una frecuencia mínima trimestral (al menos una reunión al trimestre) en la que se pongan en común las medidas llevadas a cabo por las diferentes delegaciones municipales y los resultados de las medidas.
Además, se solicitó que el Ayuntamiento asumiera la gestión de denuncias graves y muy graves que actualmente son competencia de la Generalitat, pero que no tiene capacidad para tramitar, por lo que acaban prescribiendo.
Seis meses después de esta reunión, no se ha ejecutado ni una sola de las propuestas que se les trasladaron a los responsables municipales, motivo por el cual, exigimos la elaboración de un plan de choque y la convocatoria del mencionado observatorio. La Federación ha exigido además mediante escrito por registro de entrada que se le faciliten todos los datos sobre la gestión de las terrazas de la ciudad, cuántas hay autorizadas, bajo qué parámetros y cuántas han sido sancionadas o denegadas.
Recordamos a los responsables municipales que la contaminación acústica es un problema de salud pública que debe tomarse mucho más en serio de lo que se ha hecho hasta ahora.
Por su parte, los portavoces de las diferentes asociaciones de vecinos han coincidido en denunciar que la situación es peor en estos momentos que hace dos años por el aumento de la mayor ocupación de la vía pública por parte de terrazas y mobiliario de negocios urbanos de todo tipo, por la falta de respuesta policial y por la falta de transparencia del Ayuntamiento a la hora de dar información sobre la legalidad de las terrazas y de los diferentes locales: “La peatonalización y pacificación de calles no lo ganan las personas para pasear, sino los negocios de todo tipo, especialmente los hosteleros”.
Por ejemplo, desde la Asociación de Vecinos Amics del Carme han calificado a la delegación de Espacio Público de “caja negra” por la falta de respuesta a los diferentes requerimientos. Desde la asociación de Arrancapins-La Petxina (Juan Llorens) han denunciado que solo el 20% de los locales de ocio cumplen la normativa y tienen autorización, “lo que deja entrever la total impunidad con la que funcionan algunos empresarios”.
Por su parte, desde Benimaclet han denunciado que en el año 2013 el Ayuntamiento les facilitó toda la información solicitada sobre número de locales y terrazas autorizadas, una información que ahora han vuelto a solicitar sin éxito.
Además, han asegurado que no quieren que el barrio sea Zona ZAS, pero “si no hay más remedio se solicitará”.
Por último, han rechazado el modelo de ciudad exclusivamente turístico y han recordado que “el descanso es un derecho y el ocio es una opción”.