Andy Murray ha anunciado este viernes 11 de enero su retirada del tenis profesional para esta temporada. Aunque su intención es despedirse de sus seguidores en Wimbledon, el Abierto de Australia (disputado entre el 14 yel 17 de enero) podría ser el último Grand Slam del tenista británico. «No estoy seguro de poder jugar con este dolor por otros cuatro o cinco meses», ha confesado el escocés en la rueda de prensa previa a la competición autraliana.
Tras catorce años de carrera en la que ha alzado un total de tres ‘Grand Salms’, dos oros olímpicos y una Copa de Maestros, el ex número uno del tenis mundial abandona las pistas entre lágrimas. El principal motivo de su retirada es, según ha explicado el propio jugador, la operación de cadera a la que se sometió la temporada pasada. «No estoy bien, lo estoy pasando mal desde hace mucho tiempo, ha sido mucho dolor los últimos 20 meses. Lo he intentado todo para recuperarme de la cadera», ha asegurado en Melbourne.
El actual número 230 del mundo ha reconocido que puede «jugar con límites», pero los límites y el dolor al mismo tiempo no le permiten «disfrutar de la competición ni de los entrenamientos». «Voy a jugar, no al nivel que me gustaría, pero aún puedo dar algo», ha confesado el escocés, que se enfrenta al español Roberto Bautista en la primera rondal del Abierto de Australia.
El miembro del llamado ‘Big Four’ de la era moderna del tenis (compuesto por Rafa Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic y el propio Murray) no descarta una segunda operación de cadera con la que, como él mimso ha reconocido, ganaría «calidad de vida» pero en principio no volvería a competir a nivel profesional.