Hace unas semanas se conocía que la Cadena Ser prescindía de una de sus voces estrella, la de Gemma Nierga. Y esta semana se ha producido la despedida de la periodista después de 30 años en la emisora del grupo Prisa. Sus últimas palabras dedicadas a los oyentes han emocionado a todo aquel que las ha escuchado:
Permítanme que entre en el programa unos minutos para despedirme. Muchos han sido los que estos días me han hablado de la importancia de decir adiós. A mi no me gusta hacerlo, quizá porque no sé cómo se hace; pero lo intentaré. Lo intentaré para agradecerles todo lo que les debo. Hace años que nos conocemos: cuando empecé con el Hablar por hablar allá por el año 90 yo era muy joven. No saben lo difícil que me resultaba escuchar a los oyentes sin implicarme en cada historia, sin echarme a llorar. Pero, lo conseguí. Conseguí poner una distancia que me ayudara a sobrellevar las madrugadas.
Hoy soy yo la que tengo que contarles algo personal. No voy a poner ninguna distancia entre ustedes y yo. Después de muchos años trabajando en esta empresa, hoy dejo la Cadena SER. No por decisión mía, eso ya lo saben; sino por decisión de quienes dirigen la emisora, que son quienes saben gestionar el medio y quienes entienden de radio.
Por mi parte, sepan que les voy a echar mucho de menos. Echaré de menos nuestra relación. Hace años, en la época de Hablar por hablar, recuerdo que un día dije en antena que Sentado en el muelle de la bahía era una mala canción. Al cabo de unos días, un taxista de Madrid me dijo que nunca más escucharía un programa mío, porque había herido sus sentimientos al criticar el tema de Otis Redding. Al llegar a destino, paró el taxímetro y mantuvimos una larga conversación sobre música, que a mí me sirvió para cambiar mi opinión acerca de esta canción.
Así ha sido nuestra relación de tantos años: aprendiendo unos de otros. Sin duda mucho más yo de ustedes que ustedes de mí. Las últimas semanas, desde que me anunciaron que mi tiempo en la SER había terminado, han sido muy intensas, pero déjenme decirles que he encontrado tantas sonrisas cómplices por el camino, tantos abrazos, tantos mensajes de amigos que me han ayudado a superar el mal momento. Carles Capdevilla decía que en tiempos difíciles la actitud marca la diferencia. Dedicado a Carles, mi actitud en este momento es de enorme agradecimiento a todos ustedes, a mi gran equipo, a los colaboradores, a los compañeros de la radio.
He sido muy feliz todos estos años frente al micrófono y lo seguiré siendo, no lo duden, allá donde vaya. Porque esto de ser feliz es una cuestión de orden personal. Gracias por la compañía de estos años, gracias por el cariño de estos días y la aventura continúa.