El Ministerio de Sanidad y las comunidades han activado la alerta sanitaria por viruela del mono (monkeypox), una enfermedad muy poco frecuente causada por un virus endémico de África central y occidental, tras la detección de ocho casos probables en Madrid pendientes de confirmar.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha asegurado que no es probable que la viruela del mono vaya a generar una transmisión importante en España, pero ha alertado de que hay que tener cuidado porque tampoco se puede descartar.
“Estamos trabajando con todas las hipótesis posibles y cuando tengamos información un poco más sólida ya se explicará y se darán los datos necesarios”, ha apuntado a los periodistas en un acto en Valencia.
Se trata de una enfermedad que se transfería de los monos a los humanos y que, en general, entre humanos presenta una transmisión muy baja. Pero en los últimos brotes sí se han detectado hasta terceras y cuartas generaciones de contagio. Los expertos consideran la necesidad de identificar los casos en Reino Unido y Portugal y ver si se confirman en España y cómo evolucionan.
Viruela del mono: síntomas
La viruela del mono no se considera particularmente contagiosa entre personas y, en general, la transmisión de persona a persona es limitada.
El cuadro clínico inicial suele incluir fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio; unos días después de la aparición de la fiebre se desarrolla un exantema, que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Suele producir una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas, aunque en algunos casos puede producirse una enfermedad grave.
No existe vacuna
No hay vacuna o terapia específica disponible. El tratamiento es sintomático y de apoyo, incluida la prevención y tratamiento de infecciones bacterianas secundarias. En un texto explicativo sobre la enfermedad, el SMC España indica que existen dos cepas: la de África Occidental y la de Congo. La primera es la que se ha detectado en los casos británicos, el primero de los cuales había viajado a Nigeria. Es la versión menos letal, con una mortalidad de en torno al 1 %. La cepa de Congo tiene una mortalidad de hasta el 10 % y probablemente se transmite mejor.
La letalidad por caso varía entre el 0 y el 11 % en la población general, pero es mayor en niños pequeños y se cree que la población más joven, no vacunada contra la viruela, puede ser más susceptible.