Vista de un campo con escarcha. EFE/Marcel Bieri/Archivo
El Ministerio de Sanidad ha informado de que Sevilla está en el nivel 3 de alto riesgo por frío y Huelva, Córdoba, Valencia, Zaragoza y Girona en uno inferior, el 2, riesgo medio, por lo que ahora comunidades y ayuntamientos deberán intensificar la información a los profesionales sanitarios y colectivos vulnerables.
Son algunas de las medidas preventivas que llevan aparejadas estos dos niveles de riesgo en el Plan Nacional de actuaciones preventivas por bajas temperaturas que el Ministerio de Sanidad pone en marcha cada año para evitar el impacto del frío en la salud.
Con este objetivo, cada día Sanidad envía a las comunidades y otras instituciones involucradas la información que le proporciona la Aemet, desagregada por provincias; en función del nivel de riesgo, el plan establece medidas para coordinar a todos los agentes.
Así, las recomendaciones aparejadas en el nivel 2 en el que están Huelva, Córdoba, Valencia, Zaragoza y Girona es su comunicación inmediata a los miembros del grupo de trabajo interministerial y a los responsables de las comunidades, así como una intensificación de la coordinación.
Grupos vulnerables
También se deben fortalecer la información a los profesionales sanitarios y de servicios sociales y de la información sobre el significado del nivel de riesgo para la salud, a la población sobre las personas y grupos más vulnerables y la valoración de la adopción de medidas adicionales de carácter general o dirigidas a colectivos específicos.
En Sevilla, con una mínima prevista de 1 grado y una máxima de 16, está en nivel 3, en cuyo caso se deberán intensificar estas medidas y una valoración del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del estado de la situación.
La mortalidad diaria en los meses de invierno es superior a la que se produce en verano, y el efecto de una ola de frío se manifiesta hasta 14 días después debido, en parte, a enfermedades respiratorias de carácter infeccioso y a un aumento de mortalidad por patologías cardiovasculares.
Para evitar estos efectos, cada año Sanidad activa este plan, que atiende especialmente a los grupos más vulnerables al frío, como es el caso de personas con bajo nivel de renta que aunque tengan calefacción no pueden encenderla, lo que se denomina pobreza energética, ancianos y población infantil.
Entre las recomendaciones de Sanidad, que en el exterior se respire por la nariz y no por la boca. Extremar la precaución en caso de hielo en las calles. Un elevado porcentaje de lesiones relacionadas con el frío tiene que ver con caídas al resbalar sobre placas de hielo. Utilice calzado antideslizante si es posible.
Conviene tener en cuenta que varias capas de ropa fina protegen más que una sola gruesa, al formar cámaras de aire aislante entre ellas.
Si se utiliza braseros en casa o chimenea, hay que ventilar la estancia con frecuencia para evitar la acumulación de CO2, al menos dos veces al día, durante 15 minutos cada una de las veces, para asegurar la renovación del aire. Apagar las estufas eléctricas y de gas durante la noche.
Beber líquidos, aunque no se tenga sed, sobre todo agua y bebidas calientes y evitar el consumo de alcohol, ya que disminuye la sensación de frío. Mantenerse bien informado sobre las previsiones meteorológicas antes de salir de casa.
Por último, Sanidad recomienda la vacunación contra la gripe en personas mayores de 65 años y en las que padecen alguna enfermedad crónica (cardiopulmonar, metabólica e inmunodeprimidos).