VALÈNCIA, 27 Mar.- La edad media del inicio en el uso de teléfonos móviles se sitúa en los 10,3 años en la provincia de Valencia, según un estudio de la Diputación que señala que es «esencial» que el libre acceso a internet se retrase hasta edades comprendidas entre los 12 y 14 años, cuando «se empieza a ver la maduración de los procesos cognitivos que ayudan a ser críticos» a los menores.
La corporación provincial ha presentado este miércoles un informe sobre el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en menores de Valencia, elaborado sobre una muestra compuesta por 1.061 alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria y de 1º, 2º, 3º y 4º de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.) de centros escolares de 15 municipios con menos de 20.000 habitantes. La iniciativa está dentro del programa piloto DIP-TIC para la prevención del mal uso o abuso de las tecnologías.
Uno de los autores del documento, el asesor técnico de E-value, Víctor Villanueva, ha explicado en declaraciones a los medios que es «esencial» que el libre acceso a internet se retrase hasta los 12 y 14 años, cuando «se empieza a ver la maduración de los procesos cognitivos que ayudan a ser críticos» a los menores.
El informe muestra que la edad media de inicio de uso es de 10,3 años en móviles, de 9,4 años en ordenadores y de 8,7 años en videojuegos, pero solo entre el 19,5% y el 36,7% de usuarios está sujeto un control parental medio-alto.
Así, el 90,4% de los menores de entre 9 y 16 años dispone de teléfono móvil y el 92,2% tiene ordenador o tablet propios, con una media de tiempo de conexión al día de entre 3 y 4 horas. En este contexto de uso generalizado de dispositivos con conexión a Internet, entre el 65% y el 80% de los menores que han participado en el estudio perciben que sus progenitores no aplican medidas frecuentes de control parental.
Frente a esta situación, los expertos a cargo del estudio advierten que la intervención preventiva con la población infantil y adolescente es «imprescindible» y debe anticiparse a edades donde no se produzcan todavía situaciones de riesgo. De hecho, recomiendan iniciar este tipo de programas a los siete años para ordenador, tablets y consola y a los 8 años para el teléfono móvil.
Acompañamiento para aprender sobre las TIC
Villanueva ha destacado que un 25% de los menores hace uso de las TIC «con ocho o nueve años». Ha explicado que «retrasar la edad de inicio es esencial por varias cuestiones, la más importante de ellas es que los menores no están suficientemente desarrollados a nivel madurativo para que determinados procesos cognitivos les hagan tener una experiencia positiva y segura de internet».
En este sentido, ha asegurado que «la clave está en que tengan un acompañamiento una persona referente que les pueda situar sobre qué usos son positivos, cómo utilizarlos y cómo evitar los efectos negativos». «Lo realmente importante es tener personas referentes con las que crear vínculos afectivos y que ayuden a los menores a desarrollar trayectorias de vida seguras, indistintamente de si están o no las TIC presentes», ha insistido.
Además, ha advertido que «determinada información o exceso de información puede generar incluso un efecto iatrogénico, que genere perjuicios sobre los procesos de aprendizaje.
«Si es en el periodo de adolescencia cuando empezamos a ver la maduración en determinados procesos cognitivos que ayudan a ser críticos, y estamos hablando de edades que se comprenden entre los 12 y 14 años, que es cuando empieza ese tipo de pensamiento, la relevancia de lograr retrasar el uso de las TIC con acceso libre a internet hasta esas edades sería esencial», ha expuesto.
Un 25% de «usuarios problemáticos»
Por otro lado, el informe muestra que el 25,4% de los adolescentes de Valencia se identifican a sí mismos como «usuarios problemáticos», el 26% en el caso de los chicos y el 22,6% de las chicas.
Entre la exposición a riesgos online de los participantes, los más mencionados son el ‘sexting’ (petición de envío de contenidos de tipo sexual), el uso sin permiso de datos personales publicados en redes sociales, el ciberacoso, el contacto con personas que utilizan identidades ficticias, la suplantación de identidad en la red o ser víctimas de una ‘sextorsión’, es decir, que una persona con quien han compartido contenidos íntimos y les haya chantajeado.
Los participantes en el estudio muestran que el nivel de conocimiento sobre seguridad online es «medio-alto» y mayor en el caso de las chicas, aunque ellos aplican más medidas de seguridad online.
Fuente: Europa Press