El expresidente del Gobierno José María Aznar regresa al Congreso, catorce años después de abandonar el Palacio de la Moncloa, para comparecer ante la Comisión de Investigación sobre la supuesta financiación irregular del PP y por la que ya han pasado destacados dirigentes del partido.
«No voy a pedir perdón por nada», ha señalado con rotundidad Aznar antes de iniciar su comparecencia. «He actuado de manera determinante cada vez que he tenido que enfrentarme a la corrupción», argumentaba el expresidente para desmarcarse de la supuesta financiación irregular del partido que dirigiera en algunos de los años más activos de Gürtel.
Aznar, a las preguntas de Rafael Simancas, ha apuntado que es un «poco exagerado» asegurar, como hizo la sentencia de Gürtel, que en el PP «se creó un auténtico sistema de corrupción institucional». «Ni conocía al señor Correa, ni contraté al señor Correa», ha afirmado para posteriormente restar importancia a la trama Gürtel, que dijo que solo afectó a dos pueblos de Madrid, comparándolo a los 200 imputados del caso de los Eres en Andalucía.
Tras insistir en que «no existe ninguna caja B del PP», Aznar ha añadido que tampoco «existe ninguna organización del PP dedicada a actos delictivos. Otra cosa es que haya personas que no hayan sido respetuosas con la Ley. Hay que diferenciar las personas de las organizaciones», pero aclara que «no hay una sola prueba en toda la sentencia» de esa financiación irregular, donde además señala «se me cita solo una vez».
El exdirigente popular también ha negado haber recibido los sobresueldos que aparecen en los papeles de Bárcenas. «En aquellos años en los que era presidente del PP yo recibía una retribución como presidente del Gobierno y otra como presidente del PP. No tuve ningún ingreso más, ni he ordenado ningún pago que sea legal». Sin embargo, Aznar sí ha reconocido haber «ayudado a personas que sufrían los embates del terrorismo, pero de ahí que yo he ordenado pagos irregulares es ir demasiado lejos».