MADRID/VALÈNCIA, 5 Jun. (EUROPA PRESS) –
Las socialistas Meritxell Batet y Carmen Montón, futuras ministras del Gobierno de Pedro Sánchez, fueron miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE en la primera etapa de Sánchez como secretario general y se mantuvieron fieles al líder cuando los críticos que se rebelaron y propiciaron la dimisión de la mitad de su Ejecutiva para tumbarle.
Batet y Montón se mantuvieron entonces fieles a Sánchez y no dimitieron, pero aun así Sánchez terminó sucumbiendo ante los críticos y presentó su renuncia en el dramático Comité Federal del 1 de octubre.
En las primarias del año pasado, Batet se posicionó del lado de la candidatura de Patxi López, mientras que Montón no apoyó de manera clara a ningún candidato frente a otro.
Otro dato curioso es que la elegida por Sánchez para hacerse con la cartera de Hacienda, la consejera andaluza María Jesús Montero, en el Gobierno de la Junta de Andalucía desde 2004, fue uno de los tres miembros de la comisión de garantías del partido que emitieron por su cuenta un informe en el que consideraban disuelta la Ejecutiva de Sánchez con la dimisión de 17 de sus miembros, un informe que los ‘sanchistas’ no reconocieron como legítimo.
Según fuentes del entorno de Sánchez, el presidente ha elegido a Montero por su profundo conocimiento en materia presupuestaria. Además, se la considera una persona con criterio propio en el partido, cuya trayectoria política no está ligada exclusivamente a Susana Díaz.