Ocho meses después de que se destapara el «caso Koldo», el exministro José Luis Ábalos podría ser imputado en el Tribunal Supremo. El juez considera que el exministro valenciano jugó un «papel principal» en una presunta trama de enriquecimiento a través de la venta de mascarillas, involucrando a su exasesor y otras figuras clave.
Los inicios del escándalo: la detención de Koldo García
El caso comenzó en febrero con la detención de Koldo García, exasesor de Ábalos en el Ministerio de Transportes, lo que desencadenó una investigación que ha ido recolectando pruebas que apuntan al exministro. Ante la vinculación de Ábalos con la trama, el PSOE lo suspendió de militancia y fue relegado al grupo Mixto del Congreso, aunque su condición de diputado lo mantiene aforado, lo que otorga al Tribunal Supremo la competencia para investigarlo.
El papel central de Ábalos en la trama
El juez Ismael Moreno, apoyado por las conclusiones de la Fiscalía y la Guardia Civil, ha solicitado que el Supremo investigue a Ábalos por varios delitos, entre ellos, pertenencia a una organización criminal, tráfico de influencias y cohecho. Según los investigadores, Ábalos habría desempeñado un papel clave en el entramado dirigido por el empresario Víctor de Aldama, quien habría utilizado sus conexiones con el exministro para obtener contratos lucrativos con la Administración.
La relación con el rescate de Air Europa
Uno de los puntos de la investigación es el rescate de la aerolínea Air Europa, donde el juez destaca la participación de Ábalos en las reuniones que habrían favorecido este acuerdo. Aunque la Fiscalía no considera que su papel fuera determinante, la resolución señala que encuentros entre Ábalos y altos cargos del Gobierno, como la exministra de Economía Nadia Calviño y el presidente Pedro Sánchez, podrían haber influido en el proceso.
Presuntas «contraprestaciones»: uso de propiedades
El juez también investiga la posible compensación recibida por Ábalos, vinculada a la trama. Se señala que habría disfrutado temporalmente de un chalé en Cádiz, adquirido por De Aldama, así como de un piso en Madrid cuyo alquiler habría sido pagado por un socio del empresario. Estas propiedades habrían sido una recompensa por su «mediación» en los negocios con la Administración.
El rol de Ábalos en los contratos de mascarillas
Otro elemento clave del caso es la adjudicación de contratos para la venta de mascarillas, en la que la empresa Soluciones de Gestión habría sido favorecida por su relación con Koldo García y Ábalos. La Fiscalía y la Guardia Civil creen que todas las gestiones de García en el Ministerio contaban con el respaldo del exministro, lo que podría constituir un delito de tráfico de influencias.
Conclusión: una situación delicada para Ábalos
El futuro de José Luis Ábalos se complica a medida que avanzan las investigaciones, y el Tribunal Supremo podría proceder a imputarlo en los próximos meses. Su presunta participación en esta trama y las pruebas recabadas por el juez y los investigadores podrían ser clave en su proceso judicial, que ya ha tenido un impacto significativo en su carrera política.