Son cientos las situaciones que se nos pueden presentar a lo largo de la vida en las que necesitaremos la ayuda de un abogado, ya sea por temas personales o profesionales. Las leyes son complejas y no es fácil navegar por ellas para quienes no las conoce en profundidad, por lo que la asistencia de un profesional se vuelve fundamental.
Pero encontrar el abogado adecuado puede ser difícil. No basta con encontrar uno que sea bueno, sino que también sea especialista en la casuística que tenga el caso al que se debe enfrentar. No es lo mismo un abogado penalista que un abogado especialista en temas laborales o uno de familia.
Por este motivo es fundamental seguir algunos consejos que nos permitan no fallar y encontrar a ese abogado que realmente necesitamos para que nos asista.
Búsqueda de información
En primer lugar, lo que siempre suele funcionar es un primer filtro de candidatos que sean conocidos entre nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo. Buscar referencias entre nuestro círculo de confianza es una buena idea. Si tenemos suerte, alguien habrá tenido una situación similar a la tenemos que afrontar y podrá recomendarnos ese abogado que le hizo ganar el caso.
Si no encontramos nadie que pueda darnos referencias y recomendaciones siempre podremos tirar de internet, aunque deberemos tener cuidado porque las opiniones online son muy manipulables y podemos llevarnos alguna sorpresa. Selecciona directorios de profesionales serios y elige entre los más reputados, sin dejarte llevar por si se trata de un bufete grande o un profesional independiente.
Concertar una cita
Siempre que el caso no se trate de una emergencia, debemos tomarnos el tiempo suficiente para explorar todas las posibilidades que tengamos en la mano. Como norma general, la primera consulta o visita a un abogado suele ser gratuita y sirve para una toma de contacto entre abogado y cliente, para conocerse mutuamente y ver las posibilidades que ofrece el caso.
Estas citas son bastante productivas porque permite conocer las especialidades de los profesionales, la forma en que afrontarían el caso, la experiencia previa en temas similares y la sinergia que hay entre abogado y cliente.
Haremos todas las preguntas que consideremos necesaria porque mientras más información tengamos, más fácil será tomar la elección final.
Pedir presupuesto
Por supuesto, el coste que vaya a suponer la asistencia del letrado es un punto fundamental a la hora de elegir el abogado adecuado. No tiene sentido tratar de contratar a uno que no podamos pagar, por muchas facilidades que puedan ofrecernos en el pago.
Por este motivo, al final de la primera consulta se solicitará información sobre los honorarios previstos, no solo por sus servicios, sino también por otros aspectos como la asistencia de un procurador si fuese necesario, gastos de desplazamiento y gestiones, etc…
También es importante cerrar si se trabajará a porcentaje o por cantidad fija, si será por horas, o si el costo será distinto en función de si se gana el caso o se pierde.
Y si tenemos la posibilidad de tener este tipo de detalle por escrito, mucho mejor, para evitar malentendidos posteriores.
Estos son los principales consejos a la hora de buscar un buen abogado que pueda ayudarnos en cualquier situación en la que nos sea necesario. Recuerda siempre que, ante la duda, elige un profesional especializado, con experiencia y del que tengamos referencias a ser posible.
Encontrar la representación legal adecuada puede marcar la diferencia definitiva a la hora de conseguir una sentencia a nuestro favor.