Carlos Loriente, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo, fue detenido en Torremolinos por posesión de ‘cocaína rosa’ (tusi), balanzas para pesar droga y objetos sexuales.
Un escándalo sacude a la Iglesia española tras la detención de Carlos Loriente, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo, en un apartamento vacacional de Torremolinos. Durante un registro policial, agentes encontraron más de diez dosis de ‘tusi’, también conocida como cocaína rosa, balanzas de precisión y juguetes sexuales, lo que ha provocado una enorme polémica en redes sociales y en la comunidad eclesiástica.
Una fiesta, un escándalo y una detención por drogas
La intervención policial se produjo de madrugada, tras una llamada de emergencia por el comportamiento agresivo de uno de los acompañantes del sacerdote, quien amenazó con tirarse desde una terraza. Al llegar los agentes, y tras calmar la situación, se procedió a cachear a los presentes. Fue entonces cuando hallaron en poder del sacerdote drogas sintéticas como MDMA y mefedrona, y varias papelinas de tusi, una potente sustancia alucinógena.
El registro del apartamento reveló más sorpresas
Con el consentimiento del detenido, la Policía Nacional registró el apartamento turístico alquilado, descubriendo balanzas digitales de precisión, una bolsita monodosis con restos de droga, evidencias de consumo reciente y una colección de objetos sexuales.
¿Qué es el ‘tusi’ o cocaína rosa?
El tusi, también conocido como cocaína rosa, es una droga de diseño cada vez más presente en entornos de ocio de alto poder adquisitivo. Aunque su nombre sugiere que contiene cocaína, en la mayoría de los casos está compuesta por una mezcla de ketamina, MDMA, cafeína y otros químicos sintéticos. Su precio ronda los 100 euros por gramo, el doble que la cocaína tradicional.
Los efectos incluyen euforia, desinhibición, alucinaciones visuales, insomnio y crisis de ansiedad, y su consumo puede derivar en consecuencias graves como ataques de pánico, convulsiones o problemas cardíacos.
Reacción del Arzobispado de Toledo: «Pedimos perdón al pueblo de Dios»
En un comunicado oficial, el Arzobispado de Toledo ha lamentado «profundamente» los hechos y ha anunciado la suspensión cautelar del sacerdote Carlos Loriente, así como la apertura de una investigación interna.
«Reprobamos cualquier conducta delictiva que presuntamente hubiera podido cometer este sacerdote. Expresamos nuestra total confianza en la justicia y pedimos perdón al pueblo de Dios», señala el comunicado.
La Diócesis de Málaga también ha aclarado que el detenido «no pertenece a esta diócesis ni ha recibido ningún encargo pastoral en ella».
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