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Deja su plaza de inspector de Policía en Valencia por su éxito en las redes sociales

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El valenciano Jorge González dejó su plaza de inspector de la Policía Nacional tras el éxito de su canal en YouTube, en el que se dedica a divulgar cómo disfrutar de la comida "a lo grande", por la cantidad, y su pasión por las hamburguesas "de calidad", que ha ampliado a otras redes sociales con las que ya suma cerca de un millón de seguidores bajo el alias Joe Burgerchallenge.

El inspector de Policía convertido en divulgador de hamburguesas de calidad

València, 5 feb (OFFICIAL PRESS-EFE).- El valenciano Jorge González dejó su plaza de inspector de la Policía Nacional tras el éxito de su canal en YouTube, en el que se dedica a divulgar cómo disfrutar de la comida «a lo grande», por la cantidad, y su pasión por las hamburguesas «de calidad», que ha ampliado a otras redes sociales con las que ya suma cerca de un millón de seguidores bajo el alias Joe Burgerchallenge.

Este licenciado en Filología inglesa de 41 años y padre de dos hijos relata en una conversación con Efe que toda esta historia empezó como un «juego» durante una estancia en Estados Unidos, donde trabajaba en una empresa que se dedicaba a la inmersión lingüística de estudiantes en familias americanas.

En una de esas estancias, la mujer con la que residía, aficionada a la cocina, le animó a presentarse a un concurso muy popular en la zona (Wisconsin) donde el reto era ver quién era capaz de ingerir más comida en menos tiempo, como hamburguesas de dos kilogramos o tortitas gigantes. Probó suerte y ganó, porque siempre ha sido «de buen comer», bromea.

González, un enamorado de la cultura americana, quería quedarse a vivir en Estados Unidos pero al no conseguir el permiso de residencia regresó a España y decidió presentarse a las oposiciones de inspector de Policía Nacional, aprovechando su buena forma física, su formación y la oferta de un importante número de plazas. Quedó el tercero de la promoción y con 28 años fue destinado a Ávila, después a Alicante y finalmente a València, su ciudad natal.

En 2013 un restaurante de València ofreció, por primera vez en España, un concurso en el que se premiaba la ingesta de una hamburguesa de 2,5 kilogramos y un amigo le retó a apuntarse. Cedió por diversión, ya que estaba convencido de que no lo iba a conseguir, y venció a un grupo de jugadores de fútbol americano que acudió también a la llamada.

González había sido monologuista en algunos cafés-teatro antes de presentarse a las oposiciones de Policía y había hecho algún vídeo de aficionado para los amigos y familia, por lo que tenía «algunas tablas» ante las cámaras.

Así que cuando un conocido le habló de la posibilidad de colgar sus vídeos de retos de comida en cantidad en YouTube, decidió abrir un canal que poco a poco empezó a crecer en seguidores y a reportarle sus primeros ingresos, pequeños, de restaurantes que le reclamaban de toda España.

El éxito de sus retos, que narra con humor, siguió creciendo hasta los 696.000 suscriptores que tiene actualmente en YouTube y los 147.000 de Instagram, a los que se suman los de su cuenta en Twitch y Twitter, en los que es conocido como Joe Burgerchallenge.

YouTube supone ahora solo un 20 % de sus ingresos, pues el resto procede de restaurantes, anunciantes y marcas que le han permitido beneficiarse de una excedencia en la Policía Nacional, donde tenía un sueldo fijo de 3.000 euros, y dedicarse plenamente a esta aventura virtual.

«Ya no como ningún día en casa», bromea en una conversación telefónica desde Berlín, donde se encuentra probando hamburguesas de esta ciudad contratado por una empresa española que se dedica al sector, para aportar ingredientes o ideas que mejoren su producto.

Precisa que es «muy exigente» en su trabajo, y en el caso de los restaurantes y comidas que recomienda lo primordial es la calidad, lo cual le ha permitido conseguir credibilidad entre sus seguidores. «Me siento con los propietarios, hablamos del producto, de las técnicas de elaboración de los ingredientes y de sus proveedores», explica.

En dos años, señala, ha llegado a probar 600 hamburguesas y junto a sus vídeos difunde tablas en las que puntúa cada ingrediente, siguiendo criterios de calidad del producto.

Lamenta que se identifique la hamburguesa como «comida basura» por los negocios de comida rápida («fast food»), y asegura que él prioriza ante todo que sea una «hamburguesa sana», elaborada con la parte noble de la carne de vaca, con pan y salsas caseros y sin aditivos.

¿Y cómo compagina esta dieta con su salud? La clave, defiende, está en hacer «ayuno intermitente», en renunciar a las patatas fritas y el postre, no beber alcohol ni ingerir comidas procesadas y mantenerse en una buena forma física.

Eva Batalla

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