El constructor valenciano originario de Pamplona, Joaquín Elizalde, ha denunciado un acto vandálico en una finca de su propiedad situada en el Monte Epel, en el Señorío de Náguiz, a 13 kilómetros de Pamplona. La Cruz fue construida en talleres valencianos y llevada a Navarra para su colocación, permaneciendo en perfecto estado de conservación durante seis años y siendo visitada por cantidad de montañeros y personas que aprovechando sus paseos, subían a visitarla.
El propietario tiene previsto presentar una denuncia sobre los hechos en breve. El monumento estaba construido en hierro y era una copia exacta de la “Cruz de la Juventud”, la que el Papa San Juan Pablo II regaló a los jóvenes para que fuese llevada por todas las partes del mundo en la Jornadas mundiales de la Juventud. La cruz apareció serrada en su base y para “cometer este acto vandálico tuvo que usarse una radial de gran tamaño”, asegura Elizalde, propietario de los señoríos de Náguiz y Adériz.
La cruz señalaba el lugar donde Joaquín Elizalde pretendía construir una cartuja sobre las ruinas del Señorío de Náguiz, habitado hasta 1975 y situado en el Valle de Ezkabarte de la comunidad foral. En la acción los autores también destruyeron una inscripción en piedra, copia idéntica a la original.