Durante la disputa de la 43ª edición del Maratón Valencia Trinidad Alfonso del domingo fue necesaria la utilización en dos ocasiones de los desfibriladores con los que cuenta la carrera para atender tanto a un corredor como a un espectador que sufrió un infarto.
Como en los seis años anteriores, la prueba, con una importante infraestructura de cardioprotección, contó en esta ocasión con 20 desfibriladores cedidos por Proyecto+Vida, iniciativa de RSC de la empresa Almas Industries España, portados por 20 patinadores, ubicados en los últimos km de la carrera, siendo los kilómetros de más peligro, además del hospital de campaña y las ambulancias.
Gracias a estos desfibriladores se pudieron salvar dos vidas durante el transcurso de la Maratón de Valencia. En concreto fueron un corredor en el kilómetro 40,5, de unos 50 años y un espectador que sufrió un infarto y entró en fibrilación, de unos 40 años.
Es el séptimo año que Proyecto +Vida se compromete con el apoyo a la cardioprotección aportando los desfibriladores para atender cualquier posible percance de los más de 33.000 inscritos junto con el gran dispositivo médico formado por 30 médicos en carrera, 15 ambulancias y hospitales de campaña, 65 enfermeros especialistas principalmente de UCI y Anestesia y 150 voluntarios sanitarios.
Según Nuño Azcona, CEO de Almas, la presencia de desfibriladores en este tipo de eventos es imprescindible, tanto por el gran número de participantes y público como por el esfuerzo físico que representa.
“Hay que tener en cuenta que, en caso de un paro cardíaco, hay que actuar en menos de cinco minutos para salvar la vida de la víctima. El compromiso del proyecto+vida no solo consiste en prestar los desfibriladores para eventos deportivos, sino también en generar concienciación sobre el paro cardíaco, ya que un 90% de los paros cardíacos se pueden revertir con personas formadas en RCP y con el uso de los desfibriladores».
Uso de los desfibriladores
Los desfibriladores son dispositivos médicos diseñados para tratar afecciones cardíacas graves, específicamente para restaurar el ritmo cardíaco normal en caso de arritmias potencialmente mortales. Aquí hay algunos usos comunes de los desfibriladores:
- Fibrilación Ventricular (FV): La FV es una condición en la cual los ventrículos del corazón laten de manera rápida e irregular, lo que impide que el corazón bombee sangre de manera efectiva. Un desfibrilador puede enviar una descarga eléctrica al corazón para detener la fibrilación ventricular y permitir que el ritmo cardíaco normal se restablezca.
- Taquicardia Ventricular (TV): En la taquicardia ventricular, los ventrículos del corazón laten de manera rápida y coordinada, pero fuera del ritmo normal. Un desfibrilador puede ser utilizado para tratar la taquicardia ventricular mediante la entrega de una descarga eléctrica que interrumpe el ritmo anormal y permite que el corazón recupere su ritmo normal.
- Paro Cardíaco Súbito: El paro cardíaco súbito es una condición en la cual el corazón deja de latir de manera repentina y sin previo aviso. Los desfibriladores son esenciales en estos casos para proporcionar una descarga eléctrica inmediata y tratar de restaurar la actividad cardíaca normal.
- Desfibrilación Externa Automática (DEA): Los desfibriladores externos automáticos son dispositivos portátiles diseñados para ser utilizados por personal no médico en situaciones de emergencia. Se encuentran en lugares públicos como aeropuertos, centros comerciales y estaciones de tren, y están diseñados para guiar a los usuarios a través del proceso de resucitación mediante la administración de descargas eléctricas automáticas si es necesario.
- Uso en Entornos Médicos: En entornos médicos, los desfibriladores son utilizados por profesionales de la salud en hospitales, clínicas y ambulancias para tratar afecciones cardíacas agudas y proporcionar reanimación cardiopulmonar (RCP) cuando sea necesario.
Es importante señalar que el uso de un desfibrilador debe ir acompañado de otros procedimientos de reanimación cardiopulmonar y atención médica de emergencia. Además, la capacitación en el uso adecuado de desfibriladores es fundamental para maximizar su eficacia y minimizar los riesgos.