Jugar al fútbol en setenta y ocho metros es más cómodo para el que defiende, siempre que juegue al empate, y a ver qué pasa. Eran las opciones que tenía Irán, ya había avisado su técnico la jornada previa. Y así salió y así se mantuvo, jugando a defender en su campo, con una doble línea de cuatro jugadores más dos en punta de defensa.
El planteamiento, y los rugidos de la grada retrotraían a Sudáfrica, cuando los conciertos de vuvuzelas aturdían al mundo en los estadios africanos. Aún así, España sabía a qué jugar: fútbol, fútbol, fútbol. Salió al campo con dobles extremos, y buscó las internadas por ambas bandas, con centros que en la primera mitad no encontraron rematador.
Lo intentó España a balón parado, con Ramos y Silva. Lo probó de nuevo el canario, que tuvo las mejores opciones de remate tras desmarque por el centro de la zaga rival. Hasta que a diez minutos del descanso se trabó el juego, surgieron lesiones y pequeñas molestias en el rival que obligaban a parar el ritmo de juego español. En la prolongación tuvo David Silva su mejor opción para mirar a gol pero la nutrida defensa iraní abortó el remate.
Al descanso, Espalña firmaba el 72% de posesión, 10 ocasiones, con un 1 tiro entre los tres palos, 4 fuera, 5 bloqueados, 413 pases completos y un 86% de acierto en el pase
Al reanudarse el juego, España aceleró una velocidad y encontró opciones entrando por los costados. Allí lo probaron Isco y Lucas Vázquez. Al abrirse la defensa, Diego Costa encontró su espacio entre los centrales, y peleó un balón hasta dejarlo en la meta contraria para hacer el primero de los nuestros.
Y se obró el milagro, comenzó un partido a 105 metros, con Irán estirado mirando a De Gea sin temor. Así, le regalaron más espacios a España y tuvieron sus opciones de remate. El VAR abrió para certificar un gol anulado de Irán por fuera de juego.
En el tramo final de choque debutó Asensio en una Copa Mundial y Sergio Ramos se animó por el lateral, hasta se animó Irán que estuvo a punto de hacer el empate de cabeza en una jugada
España jugará su tercer partido de la Fase de Grupos del Mundial el día 25 de junio en Kaliningrado, ante Marruecos. Los marroquíes ya están eliminados de la pelea por los octavos de final tras perder ante Portugal por 1-0.
Fuente: Antonio D. Muñoz (RFEF)