El PSOE de Murcia ha presentado este viernes una moción de censura en el Parlamentario autonómico contra el presidente de la región, Pedro Antonio Sánchez, investigado en el caso Auditorio. Solicitan a la Mesa de la Asamblea Regional que admita este escrito para que por el Pleno «se pueda exigir la responsabilidad política del presidente y del Consejo de Gobierno mediante la adopción de una moción de censura que le retire la confianza obtenida anteriormente».
Los socialistas se han adelantado a Ciudadanos, que habían confirmado que el lunes presentarían la moción si el presidente no había dimitido, pese a que necesitaban el apoyo de tres diputados más para hacerlo. La moción socialista viene refrendada por los 13 diputados con los que cuenta el PSOE en el Parlamento autonómico, que integran más del 15% de la composición de la Cámara, dice el texto.
El texto de la moción recuerda las palabras del presidente murciano cuando dijo que si la justicia dictaminaba «una imputación por el caso Auditorio dimitiría, porque cumpliría su palabra sin necesidad de que nadie se lo pidiera».
Tras hacer referencia al artículo 54 de la Ley de Transparencia, recuerda que en el mismo se recoge el punto 1, que dice, textualmente, que «en el momento en que un cargo público electo o sujeto a nombramiento de libre designación conozca, de forma fehaciente, que un juzgado o tribunal competente ha adoptado un auto estableciendo su situación procesal de imputado o figura legal equivalente por la presunta comisión de los delitos contemplados en los artículos 404 a 444 o 472 a 509 del Código Penal actualmente vigente, entenderá que su permanencia en el cargo es incompatible con la confianza que se debe trasladar a la ciudadanía sobre la vigencia de los principios éticos y con la obligación de preservar el prestigio de las instituciones».
Los socialistas acusan al presidente murciano de «faltar a la palabra dada, incumple lo que firma y quiebra el principio democrático de cumplir el mandato de la ley», así como de «situarnos en un escenario de total inestabilidad política, debido tanto a su imputación como a su falta de ejemplaridad en la ética pública».
Asimismo, recuerdan que desde que tomó posesión Sánchez, «la agenda del gobierno se ha ido eclipsando por las actuaciones judiciales y los tiempos procesales en relación con las causas abiertas, pendientes y en curso judicial que pesan sobre el presidente, poniendo en jaque la estabilidad de un gobierno que pende y depende de la acción de la justicia».