VALÈNCIA, Jul 2018. (EUROPA PRESS) – El Tinglado 2 de La Marina de València se convertirá en un «espacio a disposición de la población, de las asociaciones vecinales y de la sociedad valenciana» tras las obras de reparación y acondicionamiento que se están acometiendo en el recinto, cuya apertura está prevista para el próximo mes de octubre.
Así lo ha explicado este martes el alcalde de la ciudad y presidente del Consorcio València 2007, Joan Ribó, que ha visitado los trabajos junto al conseller de Hacienda, Vicent Soler, el director general del consorcio, Vicent Llorens, y parte del equipo de arquitectos responsable de la intervención.
El nuevo Tinglado 2 será un espacio abierto en el que tanto los ciudadanos como los colectivos locales podrán llevar a cabo sus actividades, como patinar o montar en bicicleta, en una especie de ágora versátil que pretende estar en marcha el 25 de octubre, para coincidir con la celebración, a partir del día 31, del Valencia Boat Show.
Los trabajos cuentan con un presupuesto de 554.014 euros. Además, se estudia habilitar una comisaría de Policía Nacional en las instalaciones, como propuso el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Fulgencio.
El alcalde, el conseller y el resto de los asistentes han accedido a una muestra de fotografías del proyecto original del Tinglado 2, inaugurado en 1917 y que es uno de los pocos edificios de cuya construcción se conservan imágenes originales. Desde la empresa encargada de los trabajos, Arkitera, el arquitecto Salvador Lara ha explicado que estos documentos han permitido elaborar un proyecto de rehabilitación de exactitud histórica.
La rehabilitación pretende recuperar la seguridad, la salubridad y los elementos de decoración de este edificio histórico catalogado como Bien de Relevancia Local. Así, contempla actuaciones en la estructura metálica, en la estructura general, con sus muros, arcos o columnas, así como en los revestimientos, en la decoración, en la carpintería y en los vidrios. El plazo de ejecución es de 23 semanas.
CONDONACIÓN DE LA DEUDA
Ribó ha destacado el Tinglado 2 tuvo «un gran peso en la definición de lo que es la Marina de València», y las obras en este enclave «indican que La Marina ha salido de una situación muy preocupante, está funcionando y está tirando adelante».
«A La Marina le faltan dos cosas: primero, que el Estado, de una vez por todas, condone la deuda que tenemos con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), de la misma manera que en su momento fue asumida la deuda en Sevilla, Barcelona o en Zaragoza, en todos los grandes eventos; y, en segundo lugar, se debe abordar urgentemente la deuda que antes era con el Banco Santander y que ahora se ha vendido a un fondo».
El primer edil ha resaltado que, «junto a este espacio, hay también una plaza que se puso en marcha, esta vez, con los recursos de la Generalitat y el Ayuntamiento, no del Estado», lo que supuso «un gran enfado».
Se trata, ha destacado, de «reivindicaciones cara al Estado desde una Marina que está funcionando cada vez más». Por último, ha celebrado como «un paso adelante el que València, de una vez por todas, va a estar mirando al mar desde la cultura, innovación, el deporte y un proyecto ilusionante».
SOLER INICIA CONVERSACIONES CON EL GOBIERNO CENTRAL
En la misma línea se ha pronunciado Vicent Soler, que ha asegurado que «todas las reivindicaciones» que la administración valenciana tenía antes «continúan vigentes». El conseller ha revelado que este lunes mantuvo una «larga conversación con la secretaria de estado de Hacienda, y vicepresidenta del Consorcio», Inés María Bardón, sobre los problemas financieros que arrastra la infraestructura portuaria.
«Soy optimista con el nuevo Gobierno porque veo que el muro del silencio que había en el pasado ahora es diálogo y ganas de solucionarlo, con las restricciones que heredan», ha manifestado.
Asimismo, Soler ha destacado que «la deuda de La Marina es plomo en las alas del Consorcio». «Sin la condonación o reestructuración de esta carga financiera, no podremos mirar al futuro con la esperanza que necesitamos», ha agregado.
Además, se ha referido tanto a la deuda de más de 420 millones de euros que arrastra el Consorcio Valencia 2007 y que cuenta con el aval del Gobierno central como a la otra deuda, de más de 60 millones de euros, que deriva de una operación suscrita con el Banco Santander, posteriormente vendida y en manos de un intermediario financiero.
«La carga financiera de La Marina lastra las posibilidades de reconvertir esta zona que estaba en desuso y abandonada y ponerla en valor, para el disfrute de todos los valencianos», ha afirmado.
El conseller de Hacienda ha puesto en valor que el Consorcio València 2007 «ha apostado por este espacio, que es un emblema y un símbolo del cambio». «Queremos convertirlo en un polo de atracción de la innovación y además ponerlo al servicio de los barrios cercanos para que se convierta en una gran ágora», ha enfatizado.
EL TINGLADO 2 Y SU ENTORNO
El Consorcio trabaja también en el proyecto de recuperación del entorno del Tinglado 2, edificio histórico que liga al mar con la ciudad. Sobre un área de 12.250 metros cuadrados, se creará una gran plaza arbolada, dotada de elementos de sombra, juegos y zonas deportivas, que aproximará físicamente La Marina a los barrios cercanos. El antiguo puerto de la ciudad se convertirá así en un espacio público de un millón de metros cuadrados.
A finales del siglo XIX e inicios del XX, el aumento del tráfico de mercancías en el puerto de València motivó la construcción de naves de almacenamiento. Entre 1911 y 1923, se construyeron, a este fin, los tinglados. En el caso del Tinglado 2, inaugurado en 1917, ha sufrido bombardeos, riadas, varias modificaciones y daños, hasta que en 1984 el Puerto Autónomo de Valencia redactó un proyecto de restauración cuyo resultado es su aspecto actual.
Desde entonces, los tinglados redujeron su actividad de trasiego de mercancías, debido a un desplazamiento de la actividad portuaria desde la dársena histórica hacia otras zonas.