La polémica está servida. Entre las novedades planteadas por el gobierno para el próximo curso hay una que ha incendiado el panorama educativo.
El Ministerio de Educación se eliminan los exámenes de recuperación y permitirá pasar de curso a aquellos alumnos con asignaturas suspensas. El decreto establece que la evaluación en la ESO será «continua, formativa e integradora» y, como en Primaria, las decisiones sobre promoción y titulación serán adoptadas por los profesores.
De este modo ya no habrá límite de suspensos para pasar de curso o titular en la ESO y repetirlo será a partir de ahora excepcional. Cualquier alumno se podrá presentar a la Evau (Evaluación para el Acceso a la Universidad) con una asignatura sin aprobar en bachillerato y los estudiantes de secundaria no tendrán exámenes de recuperación.
¿Justo o injusto? La medida divide a padres y docentes entre el apoyo a esta evaluación continua y los que abogan por premiar el esfuerzo. El Ministerio de Educación, busca así reducir al máximo la repetición y el abandono escolar temprano, los dos grandes lastres del sistema formativo español.
Los que se muestran en contra mantienen que los nuevos criterios de evaluación para ESO y bachillerato lastran la cultura del esfuerzo.
Este real decreto de evaluación, promoción y titulación que pone letra pequeña a lo dispuesto en la Lomloe (la ley Celaá) que fue aprobado por el Consejo de Ministros. Pero esto no es nuevo ya que las polémicas medidas se conocían desde hace tiempo, pero ahora, una vez aprobadas, se puede decir ya que llegan a las aulas y se aplicarán este mismo curso.
Con motivo de esta polémica Official Press lanza una encuesta no vinvulante para conocer la opinión de sus lectores.