Personal de Policía Local, Bomberos, Servicios Centrales Técnicos, Residuos Urbanos, Cultura Festiva y Movilidad intervinieron en la madrugada de este martes en el dispositivo del Ayuntamiento de València para que se quemaran los últimos elementos de varias fallas que continuaban en las calles y que, en buena medida, habían concluido su ‘plantà’, por lo que los artistas consideraban «inviable» su desmontaje para trasladarlos a Feria València o a la Marina, a la espera de la celebración de las Fallas el próximo mes de julio si la situación sanitaria lo permite.
El concejal de Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, Carlos Galiana, que asistió como responsable de velar porque el dispositivo funcionara sin problemas, ha destacado que «todo se desarrolló correctamente» y ha puesto en valor que «lo que pasó anoche no fue la Cremà de nuestras fallas, sino que no había otra alternativa mejor que el fuego para retirar las partes que todavía quedaban en pie de las que iban a ser las fallas del Ayuntamiento, Na Jordana y Cuba-Literat Azorín».
Junto con este personal, estuvieron presentes en estas ‘cremàs’ anticipadas los artistas falleros, personal de la empresa del motor que permitía el giro de la falla municipal y profesionales que se encargaron de hacer la grabación gráfica y audiovisual para ofrecerla a los medios de comunicación, segçun ha explicado el consistorio en un comunicado.
En este sentido, Galiana ha explicado que «los elementos plantados no se podían quedar indefinidamente en las calles y se tuvo que optar por la mejor alternativa dentro de un contexto donde la prioridad absoluta es proteger a los vecinos y vecinas de València, evitar aglomeraciones y combatir así la expansión del COVID-19».
El dispositivo en la plaza del Ayuntamiento empezó cerca de las 23.00 horas y permitió «en pocos minutos» cerrar la plaza con un perímetro de seguridad que se extendió por Marqués de Sotelo con Xàtiva, Barques con Poeta Querol, la Sang con Sant Vicent y Sant Vicent con Maria Cristina. Una vez quemados los elementos plantados, se procedió a retirar el motor de la falla y el contrapeso que lo sujetaba en tierra y se limpiaron los residuos originados.
De esta forma el único elemento que todavía queda por trasladar hasta que vuelva a la plaza del Ayuntamiento es el busto de la meditadora, que este lunes Galiana anunció que se salvaba de las llamas «hasta la verdadera Cremà del mes de julio, como símbolo de superación de las adversidades y en respuesta a la idiosincrasia, a la esencia de las Fallas que resurgen de las cenizas».