Más de 700 gallinas, gallos y pollos campan a sus anchas en Torrevieja
La ciudad de Torrevieja (Alicante) vive desde hace casi un año una peculiar situación: más de 700 gallinas, gallos y pollos han colonizado calles, rotondas y espacios públicos, dando lugar a lo que muchos vecinos ya llaman la “invasión gallinácea”.
El problema no es nuevo. El Ayuntamiento de Torrevieja licitó en febrero de 2025 un contrato para retirar a estas aves de la vía pública ante el riesgo que suponen para la circulación y la seguridad ciudadana. Sin embargo, a día de hoy, los animales siguen reproduciéndose y desplazándose por la ciudad sin control alguno.
El contrato de captura y traslado de gallinas en Torrevieja
El pliego de condiciones establecía que la empresa adjudicataria debía encargarse del control, captura en vivo y traslado de las aves a santuarios o granjas escuelas sostenibles. El contrato se fijó en 26.300 euros con una duración de doce meses, lo que equivalía a unos 37,5 euros por ejemplar capturado.
Finalmente, la empresa ganadora presentó una oferta más baja: 19.600 euros, lo que dejaba el precio por ave en unos 28 euros. Según los cálculos, con capturar dos animales al día durante el año se cubriría fácilmente el contrato.
La renuncia de la empresa y el retraso en la retirada
Pese a lo que parecía un contrato rentable, la empresa adjudicataria ha renunciado al servicio. Según explicó la concejala de Bienestar Animal y Parques, Concha Sala, la compañía alegó que “no se habían fijado que debían trasladar a las gallinas a un lugar seguro”, lo que suponía un mayor esfuerzo logístico.
Ante esta situación, el consistorio tendrá que recurrir a la segunda mercantil mejor valorada en el concurso público. Sala confía en que el servicio pueda comenzar finalmente en septiembre de 2025, aunque por el momento los vecinos siguen conviviendo con estas aves en plena vía pública.
Un riesgo para la seguridad vial y la convivencia ciudadana
La presencia de las gallinas no solo genera imágenes curiosas en redes sociales, sino que también supone un riesgo real para la seguridad. Estos animales se mueven en entornos hostiles como carreteras, rotondas y calles transitadas, lo que aumenta las posibilidades de que provoquen accidentes de tráfico o incidentes con peatones.
Desde principios de año, la concejala Sala ya había advertido de la urgencia de actuar. La proliferación de estas aves en una ciudad turística como Torrevieja también plantea problemas de higiene, molestias vecinales y una imagen poco adecuada para quienes visitan la localidad en plena temporada estival.
¿Qué ocurrirá con las gallinas de Torrevieja?
La incógnita sigue siendo qué ocurrirá finalmente con las más de 700 aves que continúan sueltas en Torrevieja. Si la segunda empresa accede al contrato, las gallinas deberán ser capturadas vivas y trasladadas a santuarios o granjas escuela sostenibles, lo que garantizaría su bienestar y sacaría de las calles a estos animales.
Mientras tanto, vecinos y turistas siguen presenciando escenas insólitas: gallinas cruzando carreteras, paseando por parques o incluso subidas a vehículos estacionados. Una situación que, si no se resuelve pronto, podría convertirse en un problema aún mayor para la ciudad.