València, 16 jul (OFFICIAL PRESS- EFE).- El alcalde de València, Joan Ribó, el concejal de Cultura Festiva y presidente de Junta Central Fallera, Carlos Galiana, las Falleras Mayores de València, Consuelo Llobell y Carla García, y sus Cortes de Honor, acompañadas de otras autoridades, han inaugurado esta tarde la Exposición del Ninot 2021, que este año se ha instalado en el edificio La Base, en la Marina de València.
La pandemia, con los temas que han envuelto los últimos meses al coronavirus, como son las dudas sobre las restricciones, el homenaje a los fallecidos o incluso la suspensión de las fiestas, se ha entrometido en la sátira habitual de la exposición fallera del Ninot, que este año incorpora entre sus figuras elementos de esta inusual realidad actual.
Lo atípico de esta exposición ha provocado que los ninots, que estaban guardados en Feria Valencia desde que en marzo de 2020 -mes en el que se celebran las Fallas- estallara el Estado de Alarma, se hayan trasladado al muelle de La Marina de València, ante la imposibilidad de que el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe -su lugar habitual- la acogiera, al actuar ahora mismo como vacunódromo.
La votación popular salvará del fuego a dos (uno grande y otro infantil) de los más de 700 ninots que se han presentado este viernes en La Base de la Marina de València, y que permanecerán ese mismo espacio hasta el 1 de septiembre, fecha en la que se darán los ganadores y empezarán las Fallas 2021, casi seis meses después de su fecha habitual.
Un lazo en homenaje a las víctimas por covid, el agradecimiento a la labor de los médicos y de los payasos o el lema ‘Falles 2021’ mientras «se ahoga» al virus, son algunos de los diseños que se muestran en una exposición que mantiene constancias vitales de la de la edición pasada, ya que muchas Fallas no los han podido renovar.
La exposición empieza con la pregunta de «¿Se puede salir?»; es el lema de uno de los ninots, que, empapelado de plástico, muestra sus dudas sobre si ha acabado ya o no el confinamiento, y si puede salir de casa.
Mientras, en la falla de al lado y vestida de Drácula, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, sostiene un murciélago -símbolo de la ciudad de València y sobre el que se ha especulado como posible origen del coronavirus- con la cara del president de la Generalitat, Ximo Puig.
En esas reivindicaciones autonómicas, en las que el virus juega un papel fundamental, también se encuentra a una enfermera que pide más financiación para la Comunitat y que asegura que «el covid antiguo» es el desequilibrio de la financiación.
En esas demandas, la insistencia por la vuelta de las Fallas es una constante, como muestra el ninot que emula a una fallera mayor ya anciana y esquelética, que está «esperando a la reanudación de las fallas» vestida con el tradicional traje de fallera.
En la política local, es el alcalde, Joan Ribó, el que más aparece, primero «pintando» la ciudad, elegida como Capital Mundial del Diseño en 2022, y después pugnando con la vicealcaldesa, Sandra Gómez, el vicealcalde, Sergi Campillo, y la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, por ser alcaldes de la ciudad.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ya exvicepresidente Pablo Iglesias se mantienen como el binomio más representado en la política nacional, en algunos casos con banderas republicanas y en otros representando a Aladdín.
No obstante, en esa pugna entre Sánchez e Iglesias, es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la que finalmente consigue «cortarle la coleta» a Iglesias, en una representación que imita a Ayuso con Alicia en el País de las Maravillas.
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Con la salida de Donald Trump del Gobierno de los Estados Unidos, la política internacional se ha quedado huérfana, aunque aún ha dado tiempo para que una falla pidiera «libertad» para el pueblo cubano, con una señora mayor que vende puros habanos y que, según asegura, los fuman todos los expresidentes del Gobierno, así como integrantes de la política nacional como Pablo Casado o Íñigo Errejón.
La violencia machista también tiene espacio en la Exposición del Ninot, con una silla blanca y negra con el lema «no es no» o una mujer que gesticula pidiendo que alguien -presumiblemente su agresor- «pare», al tiempo que en sus pies se expone el número 016.
Otras comisiones han optado por subrayar el terreno deportivo, un sector en el que destaca la presencia del máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, al que diversos ninots acusan de tener «la casa abandonada», en referencia al club y a la construcción del Nuevo Mestalla, o imitan su sorpresa al encontrarse con un murciélago entre su comida.
La exposición también servirá para probar un ‘ninot inteligente’ a través, como no podía ser de otra manera, de una figura satírica, ‘El Angelet’.
‘El Angelet’, una figura en forma ángel de tres metros que sostiene una esfera en sus manos, integrará un nuevo sistema piloto de control de aforos, basado en inteligencia artificial, que garantizará la seguridad de las personas, ya que su esfera irá cambiando de color en función de la afluencia de personas en la zona de la Sección Especial, y aplicará los colores de un semáforo.