El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Gandia (Valencia) ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para el indigente de 56 años detenido tras presuntamente matar a otro golpeándolo con un objeto contundente durante una pelea entre ambos.
El Tribunal Superior de Justicia ha informado de la resolución del juez de guardia el día de los hechos, sucedidos en la noche del pasado 20 de mayo, y por los que el arrestado ha quedado investigado en una causa abierta inicialmente por un delito de homicidio.
Al parecer los dos hombres son indigentes, el detenido originario de Letonia y el fallecido, de 50 años, de Ucrania.
La Policía Local informó de que fueron los vigilantes de seguridad del campus universitario de Gandia los que alertaron a la Policía de que un hombre herido les había pedido ayuda y aseguraba que había una persona muerta en un campo cercano.
Al lugar se trasladaron varias patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional, que inspeccionaron los alrededores y hallaron el cuerpo sin vida del hombre.
El presunto homicida presentaba varias heridas, provocadas presuntamente durante la pelea, y fue trasladado al hospital de Gandia, donde recibió atención médica.
Las muertes de indigentes por peleas pueden deberse a varios factores interrelacionados que afectan a esta población vulnerable:
Condiciones de vida extremas: Las personas sin hogar suelen vivir en condiciones de extrema precariedad y estrés, lo que puede aumentar la probabilidad de conflictos violentos.
Problemas de salud mental: La prevalencia de trastornos mentales no tratados es alta entre la población indigente. Sin acceso adecuado a atención médica y apoyo psicológico, estos trastornos pueden llevar a comportamientos violentos.
Abuso de sustancias: El consumo de alcohol y drogas es común entre las personas sin hogar como una forma de lidiar con sus circunstancias, y esto puede exacerbar la agresividad y la violencia.
Falta de seguridad: Sin un lugar seguro para dormir y vivir, las personas indigentes están expuestas a situaciones peligrosas y a menudo deben defenderse de agresiones, lo que puede llevar a peleas.
Desesperación y marginalización: La exclusión social y la desesperación pueden generar un ambiente donde la violencia es vista como una forma de resolver conflictos o sobrevivir.
Acceso limitado a servicios sociales: La falta de acceso a recursos y servicios de apoyo, como refugios seguros, programas de rehabilitación y atención médica, contribuye a la inestabilidad y la violencia.