Región |
Fallecidos confirmados |
Personas desaparecidas |
Valencia |
Más de 228 muertos |
Cerca de 89 desaparecidos |
Texas |
Al menos 82 muertos |
41 personas aún sin localizar |
En ambos casos, muchas víctimas eran personas que no pudieron evacuar a tiempo. En Texas, 10 niñas desaparecieron tras el desbordamiento del campamento Mystic, mientras que en Valencia la mayoría de fallecidos se produjo en viviendas bajas o vehículos arrastrados por riadas.
Gestión de emergencias: errores repetidos
Tanto en España como en Estados Unidos, los expertos coinciden en que la clave estuvo en la anticipación. La falta de una comunicación eficaz, la subestimación de las previsiones y la lentitud en la respuesta agravaron la situación.
En Valencia, los avisos tardíos y la falta de simulacros provocaron confusión. En Texas, aunque hubo previsiones más tempranas, la carencia de sistemas locales de alarma limitó su impacto real.
Lecciones para el futuro
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Anticipación real: Las alertas deben ser tempranas y accionables, no solo advertencias meteorológicas.
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Infraestructura de emergencia: Sistemas de alarma, refugios accesibles y planes de evacuación claros.
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Educación pública: La ciudadanía debe saber cómo actuar frente a lluvias extremas o inundaciones.
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Inversión en drenaje y planificación urbana: Ambas catástrofes demostraron el colapso de las infraestructuras ante fenómenos extremos.
Inundaciones en Texas: Continúa la búsqueda de desaparecidos tras la crecida del río Guadalupe
Las devastadoras inundaciones provocadas por el desbordamiento del río Guadalupe en Texas han dejado al menos 68 muertos, con un número significativo de desaparecidos y daños que mantienen en alerta a toda la región.
El condado de Kerr, uno de los más afectados, ha registrado 59 fallecidos, incluidos 21 niños, víctimas del fuerte torrente de agua que arrasó esta zona del centro y sur de Texas, conocida como Texas Hill Country. La tragedia se produce en plena celebración del 4 de julio, cuando miles de turistas se encontraban en campamentos, caravanas y casas de alquiler junto al río.
Entre los desaparecidos figuran más de una veintena de niñas cuyo campamento fue arrasado por la crecida. Los equipos de rescate continúan la búsqueda por tierra, aire y agua, contando con perros de rastreo para encontrar a los menores y demás afectados. Las labores se extienden a lo largo de todo el cauce del río, desde el punto más al norte hasta su desembocadura, en una operación que no se detendrá hasta localizar a todos los desaparecidos.
El servicio meteorológico estatal ha advertido de nuevas lluvias torrenciales que podrían provocar más desbordamientos en las próximas horas, por lo que la alerta se mantiene vigente en varias zonas de Texas. Se esperan precipitaciones de entre 5 y 10 centímetros, con focos aislados que podrían alcanzar hasta 25 centímetros, empeorando aún más la situación.
Las autoridades han recomendado a más de 100,000 residentes desplazarse a terrenos elevados y han evacuado ya a unas 850 personas, con ocho heridos confirmados. El sheriff del condado de Kerr ha pedido a la población local evitar desplazamientos innecesarios, especialmente en la zona oeste del condado, para facilitar las labores de rescate y evitar más accidentes.
Por otro lado, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, ha reiterado el compromiso del presidente Donald Trump para desplegar todos los recursos federales necesarios para apoyar la búsqueda y rescate, así como la reunificación de familias afectadas.
Este desastre natural se suma a las múltiples tragedias provocadas por lluvias extremas e inundaciones en diferentes partes del mundo, mostrando la importancia de estar preparados ante fenómenos meteorológicos extremos que pueden cambiar vidas en cuestión de horas.