Juzgan a un pederasta reincidente por distribuir porno infantil desde prisión.
València, 11 sep (EFE).-Este martes juzgarán al acusado ya condenado con anterioridad por delitos de abuso sexual y corrupción de menores por distribuir pornografía en el Centro de Inserción Social de la localidad de Picassent, desde el centro penitenciario donde cumplía condena.
El acusado tiene 32 años y fue condenado en 2018 a una pena de 6 años de prisión por abusos sexuales; a 1 año y 3 meses por corrupción de menores, y está en prisión provisional por esta causa desde el 5 de febrero de 2023.
La voz de alerta la dio a las fuerzas de seguridad españolas la agencia norteamericana HSI (Homeland Security Investigation), que utilizó a un agente encubierto informático para contactar con el procesado en la plataforma Telegram y al que el preso remitió material audiovisual pedófilo entre diciembre de 2022 y enero de 2023, según detalla la Fiscalía en su escrito de acusación.
La Guardia Civil solicitó autorización judicial y registró la celda del acusado, donde se incautó en su teléfono móvil, un disco duro y un ordenador portátil imágenes donde aparecían menores de edad practicando sexo explícito o mostrando sus genitales. Por lo que encontró material de porno infantil, y lo distribuía desde prisión.
Algunos de esos archivos incluían incluso a bebés y tenían un contenido especialmente vejatorio, como prácticas zoofílicas y urofílicas.
El acusado actuaba a través de la plataforma Telegram, envió a un agente encubierto previo pago de treinta euros, 54 enlaces del servicio mega para la descarga de material pedófilo que contenían más de un terabyte de pornografía infantil.
Igualmente, entre el 20 de enero de 2023 y el 28 de enero de 2023, mantuvo conversaciones con un agente encubierto del HSI tras las cuales le envió otros dos enlaces de mega con 349 archivos multimedia de carácter pedófilo.
Los agentes españoles averiguaron que el domicilio del referido usuario se encontraba en una determinada habitación de un centro de inserción social de la localidad de Picassent (Valencia), donde el acusado se encontraba cumpliendo condena por los delitos mencionados.
Durante el registro se localizaron en los dispositivos informáticos pertenecientes al acusado archivos de pornografía en los que se apreciaban a menores de edad practicando sexo explícito o mostrando sus genitales.
En algunos de estos archivos se producen «actos especialmente vejatorios que involucran a menores de muy corta edad, incluso bebés, así como prácticas zoofilicas o urofílicas y en ocasiones el empleo de cuerdas o cinchas para la inmovilización de los menores», detalla el fiscal.
Otros casos de pederastas en la ciudad de Valencia, ofreciéndose como canguros.