Fachada de la vivienda donde han tenido lugar los hechos. EFE/EFETV/Patricio Ortiz
València, 4 abr (OFFICIAL PRESS-EFE).- La prima de la madre del niño asesinado y portavoz de la familia materna, Marta Tur, ha asegurado este lunes que no había precedentes de malos tratos al menor por parte de su padre y que por eso decidían llevarlo unas horas cada domingo para que le viese.
«Estamos intentando asimilar lo sucedido, no es posible. La madre decidió divorciarse el verano pasado porque él no se portaba bien con ella. Fue violento, ella nos lo contó y fuimos a poner la denuncia. Se le puso una orden de alejamiento de 500 metros que estaba a punto de concluir, era la próxima semana», explica Tur.
En el proceso de divorcio el padre y asesino del único hijo de la pareja «había mostrado cierta obsesión, la acosaba, pero con el niño nunca, al menos no nos consta, y no es cierto que hubiese amenazado antes con matarlo, en ese caso no habríamos accedido nunca a llevárselo».
Esta mujer explica que la madre y su agresor tenían custodia compartida -en virtud de un régimen que acordaron ambos con posterioridad a la orden de alejamiento impuesta por el juez- pero que la familia materna «no accedía a cumplirla porque él no estaba en condiciones de tenerla».
Sobre este punto, el TSJCV ha informado de que antes de ratificar dicha custodia compartida, en septiembre del año pasado, ninguno de los progenitores informó al juzgado de la existencia de un procedimiento penal por maltrato abierto en agosto -fruto del cual se impuso la citada orden de alejamiento-.
«Por costumbre, los domingos llevábamos al niño unas horas para que viese a su padre. Él quería pasar tiempo con su padre, aunque últimamente no iba tan convencido. El domingo, al poco rato de dejarle llamó a su madre para que fuese a recogerle, y en el trayecto debió hacer la barbaridad que hizo», lamenta.
La portavoz de la familia insiste en que nadie debe dudar de que lo sucedido se enmarca en la casuística de la violencia vicaria, «que es la peor de las violencias de género, cuando el agresor decide hacer a la madre el peor de los daños, arrancarle la vida de su hijo y condenarla a seguir respirando», y ha pedido que «se le juzgue como el monstruo que es».