Deportes

#LaGranotera| «España y el SuperDepor», por Dani Hermosilla

Publicado

en

#LaGranotera.- El Dépor, Arsenio Iglesias, Donato, el penalti de Djukic, la liga del humilde frente a los transatlánticos, incluso el ínclito César Lendoioro, que dejó tanta gloria como ruina en la ciudadad herculina, pesan mucho en el fútbol patrio, esto es, en Madrid. ¿En el resto? Dos equipos que, curiosamente en su historia ya han tenido episodios para granjear una cierta rivalidad, que no enemistad -el fútbol no habla de enemigos sino de rivales-. Escuchando un programa radiofónico nocturno el pasado sábado, me di cuenta de la situación. Y no era postizo por hacerle la pelota al protagonista de turno, poniéndote en su posición. No. Era muy claro. Ni referencia al Levante, sino sólo para decir que estaba a 5 puntos y que se esperaba que no diera la sorpresa ganando en el Wanda, como así pasó. Ese fue el post partido después de la victoria de los gallegos en San Mamés el sábado pasado.

La España (madrileña y aledaños) mediática va con el Dépor y su afición. El resto, neutrales. Y el Levante tendrá que asumirlo. Que una derrota granota será bien vista (la ceguera de algunos medios con estas cosas es increíble por mucha simpatía que te genere uno u otro) y una victoria del Dépor se interpretará como ‘metemos presión al Levante’ es algo que está ya fuera de toda duda. Sólo queda que, en el momento oportuno, los estamentos (de dirección y comunicación) tomen nota de la situación. Por mucho que les demos premios, nuestro trato será el de «el otro equipo» o «el rival de…’ nuestro equipo protegido. Sólo hasta que un día generemos simpatía (por ‘mojarle’ la oreja al Barça o algún rival de los de la capital) para que, como el caso del Dépor, nos traten como otro ‘protegido’ más. Esto es así y más en un momento en que el periodismo de bufanda campa a sus anchas, promovido por muchos de vosotros -aficionados en general, me refiero- que preferís más una información próxima que crítica, subjetiva que objetiva o argumentada, etc.. lo que hace que ahora mismo, los bufanderos se hayan hecho con el poder, con nocturnidad -algunas tertulias así lo atestiguan- y alevosía, y sin ningún reparo ni sentimiento de culpa o ridículo. Como decía el otro día un tuitero:  por suerte, esto también se acabará algún día.

Deportivo: peligrosa dinámica

El Deportivo me preocupa. Lo dije el otro día en la transmisión que realizo en CV Radio todas las semanas, y en este caso, el domingo pasado en el Wanda Metropolitano. El equipo de Clarence Seedorf, que ya había realizado buenos partidos, ganó en San Mamés (2-3) contra pronóstico y con merecimiento. Parece un punto de inflexión similar al que el Levante logró en Getafe con la llegada del técnico de Silla.  Ello obliga a que el Levante siga con la racha, que no se pinche el globo que ayudó a crear Paco López quien, plagado de heridas en el fútbol modesto, ya ha alertado contra la euforia. No está conseguido, ni aunque se gane al Málaga. Lo del Dépor tiene mérito porque, para mí, estaba prácticamente desahuciado. Sólo la victoria contra el Málaga (tras muchas jornadas sin lograrlo) mejoró su autoestima. Y estas últimas jornadas son eso, una lucha contra la tensión por la presión de ganar, y la autoestima. El más fuerte -no el mejor- se llevará la permanencia. Aniquilados Málaga y Las Palmas, queda el Dépor en aquella que denominé  Champions de los malos. No vale con ver sus partidos -recomendable no hacerlo- y esperar que pierdan, sino vale ganar los tuyos. Seis partidos y 5 puntos parece suficiente para no pasar problemas, habida cuenta que casi nos enfrentamos a los mismos rivales. No infravaloremos al Dépor ni nos dejemos llevar por la mala leche que nos crea el favoritismo de la España futbolística madrileña en favor de la escuadra blanquiazul, por otra parte, una excelente entidad que logró grandes gestas con un juego, además, muy destacado. Lo cortés no quita lo valiente.

El gallego, un rival muy habitual

Desgraciadamente (y también afortunadamente), la historia del cuadro de Coruña y el Levante se han unido mucho últimamente. Ni más ni menos que el Coruña fue el equipo contra el que se logró que el gato subiera a la palmera por primera vez. En el mítico Vallejo, en el año 63, el del primer ascenso del Levante a primera división (con los goles de Vall y Serafín en una promoción contra el cuadro gallego). Pero no sólo eso. Los otros dos casos, ya no tan alegres, también han ayudado a caldear el ambiente. El primer enfrentamiento (pique)  con el conjunto gallego tiene todavía consecuencias. El del presunto amaño en el Levante-Zaragoza, en la temporada 2010-11, y que afectó al Deportivo de La Coruña, que descendió esa temporada en favor del cuadro maño, que venció en Orriols y acabó salvando la categoría. Aunque este es ya más un tema judicial que deportivo -se ha de depurar responsabilidades entre los implicados en aquel partido-, queda la rivalidad y el no olvido de algunos.

El segundo , el famoso -desgraciadamente- partido del raje de José Javier Barkero (con disculpa final), que insinuó que algunos compañeros no habían hecho lo mínimo (se habían dejado perder) después de enfrentarse a un Deportivo (que acabó descendiendo) en un partido del final de la temporada 2012-13, y en el que, a la media hora de juego los gallegos ya ganaban 0-3. El 0-4 final  asombró  a un Camp d’Orriols que ya no volvió a sentir suyo ese equipo que, desde la austeridad, había sido gestionado de forma ejemplar, tanto económica como deportivamente. En ese momento -con JIM en el banquillo, que acabó siendo la primera víctima con su salida del equipo a finales de aquella temporada- se abrió una herida (en el vestuario y en el club) que sólo se cerró con el ascenso del Levante de Juan Ramón López Muñiz la temporada pasada. El club tardó en pasar página y el equipo nunca se recuperó y, aunque se salvó con apuros gracias a Keylor Navas la temporada de Caparrós y también con dificultades en la siguiente con Lucas Alcaraz, descendió en la posterior, con Rubi como técnico. Este partido de la vergüenza contra el Deportivo cambió la trayectoria inmaculada del club presidido por Quico Catalán, quien había obrado el milagro no sólo de salvar la entidad de su más que segura desaparición por problemas económicos, sino de ponerla en sus máximas cotas de popularidad en los más de cien años de historia, con 6 temporadas en la máxima categoría y el debut en competición europea. Manolo Salvador, el ‘Monchi’ granota y otro de los artífices del milagro de los de Orriols, también empezó su declive que le llevó a su salida del club hace dos temporadas.

La relación entre gallegos y valencianos, por tanto, firma este año otro escalón más ya que serán los dos equipos que se jugarán la última plaza libre que queda en primera división, lo que aumentará la rivalidad entre ambas entidades que, si se quiere rizar el rizo, se puede hacer extensible completándola con el otro equipo de la ciudad, el Valencia, también protagonista negativo en la historia reciente del club coruñés (fue el equipo contra el que perdió una liga con el famoso penalti errado por Djukic y que al final le dio la liga al Barça)  y, curiosamente también, el último rival que tendrá el Dépor en esta liga, en Mestalla.  A ello, unimos que esa jornada el Levante acaba la liga con el Celta que tiene en el Deportivo más que un rival. ¿Queréis más morbo? Pues casi imposible.

Málaga, la primera de las victorias necesarias

La imprevisión del Dépor, que se llevó tres puntos de Bilbao os ha vuelto a llevar el miedo al cuerpo. Y es comprensible. Pero no se trata de miedo. La mejor terapia contra el miedo es animar y dejar de ver los partidos de tu rival. No jugar con su fallo sino con tus aciertos. Ayudemos a Paco López a construir ese discurso en positivo que trata de hacer llegar a la plantilla, y dejemos de hablar de si el Sevilla lleva el carro del pescado a Riazor, o no van a meter el pie habida cuenta que el sábado se juegan la Copa del Rey en la final contra el Barça, o si le pita Medié Jiménez -el colegiado de infausto recuerdo por ser el que anuló a Coke un gol legal en Mestalla que hubiera significado el 2-1 en un partido que acabó perdiendo por 3-1-

La mejor terapia contra el miedo es animar y dejar de ver los partidos de tu rival. No jugar con su fallo sino con tus aciertos. Ayudemos a Paco López a construir ese discurso en positivo que trata de hacer llegar a la plantilla»

El Levante ha de ganar al menos 2 partidos -y sumar algún punto más en los otros cuatro encuentros- para salvarse, independientemente de lo que haga su rival. Ellos no. Y con esa presión debemos jugar. Tanto si nos toca jugar antes o después del partido. ¿Que el Málaga no lo pondrá fácil? Seguro, aunque seguro que mucho menos que se lo puso al Dépor hace dos jornadas. Su derrota en Riazor (3-2) casi fue la que le supuso la puntilla definitiva en primera, refrendada en su casa el domingo pasado ante el Real Madrid. En Orriols puede ser el primer equipo que certifique el descenso, también de forma curiosa, la situación a la inversa que se produjo en el último descenso granota, con Vicandi Garrido, el único colegiado que ha sacado de sus casillas a Quico Catalán, de triste protagonista, en La Rosaleda, el campo del Málaga, el día en que se certificó el último descenso granota que, esperemos, este año se vea por televisión y no se viva en carne propia.

Click para comentar
Salir de la versión móvil