Barcelona, 2 abr (EFE).- El catedrático en Biotecnología de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) José Miguel Mulet reivindica abandonar cualquier sesgo ideológico o político al abordar el calentamiento global y critica a los ecologistas que no usan datos científicos al defender la lucha contra el cambio climático.
Mulet, (Denia, 1973) acaba de publicar el libro «Ecologismo real» (Ed.Destino), en el que aborda el problema del calentamiento global y qué podemos hacer para evitarlo con argumentos puramente científicos «sin ningún tipo de sesgo ideológico o político» y en el que critica a determinados grupos ecologistas que no se basan en datos científicos.
José Miguel, que también es investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas, defiende, en una entrevista con Efe, que los argumentos contra el cambio climático tienen que estar basados en la ciencia y no en una ideología porque los resultados «pueden ser nefastos para los ecosistemas».
El biotecnólogo denuncia que buena parte de las propuestas que defienden «las organizaciones ecologistas y los partidos verdes no tienen una base científica».
Según el científico, «el problema que hay en abordar el calentamiento global con argumentos políticos es que un político tiene por objetivo que le vuelvan a votar, básicamente, y entonces hacen políticas de imagen que les granjeen la simpatía de los electores, sobre todo políticas cortoplacistas».
«El medio ambiente es un problema real y por eso busco una solución real. No busco salir en el telediario colgado de una central nuclear ni con una pancarta muy grande», critica Mulet, que reprocha que «un ecologismo de base ideológica que no tenga base científica, no es ecologismo, sino buscarse la vida y buscar una fuente de ingresos».
Define al «ecologista de verdad» como aquella persona que piensa en todas las acciones y los consumos que hace, el impacto que tiene en el ambiente y busca información científica sobre qué puede hacer para minimizarlo, «y lo más importante, sin renunciar a nada».
Una de las cosas que denuncia este científico sobre el ecologismo ideológico es que «lo primero que hace es culpabilizarte, todo es culpa tuya. Y luego te propone unas soluciones que en la mayoría de los casos no sirven para nada y sólo pueden empeorar».
«Yo no le estoy pidiendo al lector que su vida sea peor ni que renuncie a nada, le estoy diciendo cómo tener todos los servicios y todas las prestaciones, y, sin renunciar, beneficiar más al medio ambiente y en muchos casos, ahorrar dinero», dice.
Para luchar contra el calentamiento global a nivel individual, Mulet recomienda, sobre todo, «comer más fruta y verdura de temporada, teletrabajar, si se puede, o tratar de vivir cerca del trabajo, del colegio y de donde se disponga de todos los servicios y necesidades» para evitar desplazamientos.
También climatizar bien la casa, con buenos aislamientos en las ventanas, «porque por donde más energía se pierde en una casa es por la climatización de frío y calor».
Otra recomendación es leer los programas electorales de los partidos y ver que las propuestas «sean realmente beneficiosas para el medio ambiente y no superficiales». «¡Ah! y también leerse mi libro», añade.
Según Mulet, cambio climático y calentamiento global son dos conceptos verídicos pero diferentes a la vez porque por un lado el clima es algo dinámico que siempre está cambiando y por tanto «el cambio climático puede ser tan cierto ahora como pudo ser cierto durante la época de las glaciaciones o en el carbonífero. Siempre ha habido cambios climáticos porque no tenemos un planeta estático y quieto».
En cambio, el calentamiento global antropogénico «es lo que está pasando ahora desde la era industrial por el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero por la actividad humana», recalca.
«Si antes lo llamaban calentamiento global y ahora se llama cambio climático es porque no tienen muy claro si el planeta se calienta o no. Si se le ha cambiado el nombre es porque hubo un ‘lobby’ de presión que empezó a hacer fuerza y a comprar periodistas para que cambiara esa denominación», asegura.
Por ello, este catedrático en Biotecnología aconseja a los periodistas «dar información rigurosa» y reivindica que «no tiene sentido poner en pie de igualdad a un científico frente a un activista porque realmente uno está dando información desde el punto de vista de la ciencia porque trabaja en eso y el otro está repitiendo las consignas de su organización». Por Marta Bieto Massip