Para los japoneses, simboliza el verano y el otoño, siendo admirada y respetada por todos. Tanto es así que, los Samuráis la utilizan como un símbolo de poder, agilidad y victoria.
En China, la gente asocia la libélula con la prosperidad, la armonía y como un amuleto de buena suerte.
Si nos adentramos en el Feng Shui la presencia de las libélulas en los jardines y en las casas son augurio de buena suerte, sobre todo en lo relacionado con el trabajo y los negocios.
En Asia tienen la creencia que las libélulas pertenecen a dos mundos: el terrenal y el celestial, moviéndose con facilidad entre ambos, y que son capaces de traer ‘la magia’ del cielo y posarla en los jardines.
El alma de una persona muerta, ¿se transforma en libélula?
Otro mito, esta vez de origen hindú, indica que el alma de una persona muerta se transforma en libélula, la cual puede esperar en la naturaleza para renacer en otra persona.
Tahití los insectos son considerados como agentes misteriosos de los dioses y espíritus, sobre todo las mariposas, polillas, grillos y libélulas.
Entre los nativos americanos creen que las libélulas son mensajeros, llevando los pensamientos lejos, a otras personas. Soñar con ellas, atrae la suerte y el conocimiento ancestral. Para ellos es un signo de felicidad, velocidad y pureza,
En Suecia, el folklore sugiere que las libélulas vuelan alrededor para comprobar si hay malas almas.