En junio de 2019, un vecino de Piles que acudió a llevar unas flores al lugar donde se encontraron los cadáveres de las niñas de Alcásser, en la partida de la Romana (Tous), halló cuatro huesos enterrados. El joven los envolvió en papel de aluminio y los entregó rápidamente a la guardia civil. Más de un año después, el análisis del ADN ha determinado que esos huesos pertenecen a una de las tres niñas asesinadas, en concreto a Miriam García.
Los investigadores cotejaron el ADN de los huesos, que son de los dedos de una mano, con dos de las familias, ya que al tercer cadáver no le faltaba ninguna de las falanges. Finalmente, el resultado ha sido positivo y se ha comunicado al padre de la menor, Fernando García.
Los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée, las niñas de Alcàsser, fueron hallados en enero de 1993 en la partida de La Romana. A pesar del gran despliegue forense en el lugar y de la expectación mediática, los huesos ahora analizados no aparecieron hasta el año pasado, cuando los encontró el joven de Piles.