VALÈNCIA, 6 Feb – Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 200 millones de niñas y mujeres han sufrido el dolor y la ablación de la mutilación genital en contra de su voluntad. Se calcula que más de tres millones de niñas están en riesgo cada año, un dato que recogen los informes de la Red Europea contra la mutilación genital femenina (MGF).
Con el objetivo de concienciar sobre esta lacra y conseguir que las cifras cada día sean menores, el 6 de febrero se celebra el Día Internacional de la Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, un aniversario que coincide con una buena noticia, ya que Sierra Leona prohibió por ley la ablación hace un par de semanas.
Desde Unicef señalan que prohibir es fundamental, pero que las normativas por sí solas no bastan. Es más, recuerdan que en la mayoría de los países estas prácticas son ilegales. «Solo en Chad, Liberia, Mali, Somalia y Sudán este procedimiento no está condenado y se realiza de forma más abierta», explica la ONG Plan Internacional.
Desafortunadamente la mutilación genital femenina sigue estando viva en casi 29 países de África, Oriente Medio y Asia, donde todavía se somete a las mujeres a una de las violencias de género más arraigadas.
No hay que olvidar que las niñas y las mujeres que la han sufrido tienen muchas posibilidades de experimentar importantes problemas físicos, mentales y psicológicos. Según la ONU, «la MGF comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas, y es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas».
Y además «refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. La práctica viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte».
Fuente: Europa Press