«Lo digo con la calma y la tranquilidad, la certeza y el tono que nos dan las convicciones que tenemos de tener razón», ha dicho Mazón, «y de haberla aquilatado en nombre de los que han venido antes que nosotros y que nos trajeron la Constitución y las autonomías pero en régimen de igualdad, convivencia, Estado de Derecho y un Código Penal igual para todos», ha agregado.
Todo esto, ha señalado, «es lo que nos ha traído hasta aquí» y lo que «tiene la pinta de que se va a acabar». «Este régimen de igualdad y de Estado de Derecho, de que no haya españoles de primera y de segunda, de que no se pida perdón a los que peor lo han hecho, parece que toca a su fin», ha agregado.
Y «vamos a ver cómo nos toca esta vez y cuáles son los términos elegidos para intentar que pensemos lo contrario de lo que está ocurriendo» pero «vamos a esperar y en cualquier caso vamos a volver a salir a las calles para defender la Constitución y la España de las autonomías y reivindicar la sonrisa de encuentro que nos hemos dado todos los españoles».
Y se ha preguntado «qué legitimidad tiene quien hace lo contrario de lo que ha dicho que iba a hacer», y ha añadido que la reflexión sobre la legitimidad «hace mucho tiempo que se la tendría que haber hecho Pedro Sánchez».
Una reflexión que ha animado que se haga en el «seno» del Partido Socialista, de sus afiliados y votantes, sobre «qué PSOE quieren, para qué España y cuál es la España que quieren».
Mazón se ha preguntado «cómo le vamos a decir al resto de Europa que nos estamos cargando los valores fundamentales de la mejor etapa de la historia española de los últimos 500 años: los 40 años de Constitución, pese a las dificultades y discrepancias».
«Cómo vamos a explicar que vamos a tirar eso por la ventana porque a un señor le faltan unos votos para ocupar una silla», ha apostillado.
El proceso de España ha sido un ejemplo y ahora «les vamos a decir que tiramos eso por la borda». «Estamos ante el fin de un proceso extraordinario y vamos a otra cosa que se carga todo este acerbo que tendríamos que tener en una hornacina para cuidarlo y no tocarlo más».