Su mujer, la conocida influencer Lidia Bedman ha denunciado públicamente las amenazas e insultos de toda índole que ha recibido no solamente ella, sino también sus hijos, por llevar el apellido Abascal.
Una vez finalizado el período electoral en el que la formación que preside su marido se convertía en una de las ‘triunfadoras’ de la noche del 10N al conseguir 52 escaños, Bedman ha querido narrar en primera persona las vejaciones a las que se ve sometida diariamente a través de redes sociales.
“Ojalá te violen, ojalá violen a tus hijos, puta, guarra, gora ETA …” estos son algunos de los mensajes que he recibido», denuncia Bedman con denotada tristeza en sus palabras.
«Gracias a Dios he recibido cientos de mensajes muy bonitos de gente educada, algunos de los cuales no son votantes de mi marido pero estaban con los pelos de punta por ese odio hacia mi familia», describe.
«La educación y el respeto es algo que algunos nunca aprendieron, ni son capaces de aprender. ¿Cómo llamamos a este linchamiento? ¿Violencia feminista? Porque la gran mayoría que me insulta con ese odio son mujeres.
Se les llena la boca de tolerancia, respeto y libertad y actúan como energúmenos llenos de bilis y odio. Me llaman facha, dibujan monstruos y los únicos que desean monstruosidades son ellos, incluso para los niños», describe trasladando el odio de las amenazas e insultos que recibe.
Bedman lamenta que se le juzgue por ser ‘mujer de’, y no por su trabajo o estudios. «Llevo trabajando desde los 16 años. Yo sí sé lo que es que se me excluya de contratos profesionales por ser “mujer de” y no Lidia Bedman. Pero esto no es machista, ¿verdad ? Tengo suerte de tener amigos allá donde voy, de mi colegio, instituto, universidad y de mis dos másters, del trabajo, de instagram …Todos votan de todos los colores».
«Son respetuosos y muchísimos me felicitaron públicamente en mi foto. Tuve que decirles que no lo hicieran puesto que les iban a linchar, y por desgracia así fue lo que sucedió», lamenta la influencer para finalizar con una reflexión. «Hablan de libertad pero sólo contemplan la suya. Hablan de tolerancia pero tratan de destruir al que piensa diferente. Hablan de feminismo pero atacan a una mujer y a sus hijos porque no les gusta lo que dice su marido».