Castelló, 17 ene (EFE).- La Audiencia de Castellón juzga este martes a una mujer acusada de prostituir a una menor de 15 años para la que se piden 55 años de prisión, y a un hombre que abusó sexualmente de ella varias veces en un domicilio en el que la tenía retenida en contra de su voluntad y para el que se piden 22 años y medio de cárcel.
Según sostiene la Fiscalía, la menor, nacida en 2001, convivía con la acusada en la localidad de Alcalà de Xivert desde septiembre de 2016 y en el mes de diciembre de ese año obligó a la niña a mantener relaciones sexuales con terceras personas. La acusada recibía a cambio contraprestaciones económicas.
Sobre el 15 de noviembre un hombre acudió con su vehículo hasta la localidad en la que residían la víctima y la acusada y las trasladó hasta su domicilio en Vall d’Alba; la acusada le dijo allí a la menor que debía hacer un trío con ella y el hombre y la menor se negó, aunque finalmente el hombre la forzó y abusó de ella pagando por ello 40 euros a la causada.
Al cabo de dos días la acusada volvió a obligar a la menor a ir al mismo domicilio para mantener de nuevo relaciones sexuales con el mismo hombre, mientras ella mantenía relaciones con otro.
La menor ingresó en un centro de menores el 25 de diciembre de 2016 y el 28 de diciembre la acusada acudió al centro para llevarse a la menor, que accedió voluntariamente porque pensaba que pasadas unas horas volvería.
La acusada llevó a la menor al domicilio de otro hombre en Castelló y allí la obligaron a mantener relaciones con él en contra de su voluntad. La acusada y el hombre dejaron a la menor encerrada en ese domicilio.
Durante un periodo que se prolongó hasta el 1 de febrero de 2017, la menor permaneció en ese domicilio y la acusada la amenazaba para que mantuviera relaciones con el hombre, quien le obligó a hacerlo en reiteradas ocasiones.
Finalmente la Guardia Civil rescató a la menor del domicilio tras la denuncia interpuesta por el centro de menores por su desaparición.
Así, la Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de inducción a la prostitución, dos delitos de abusos sexuales a menores, de detención ilegal y de abusos sexuales continuados.
A la tutora de la menor le considera autora o inductora de los hechos y pide provisionalmente para ella penas que suman 55 años y medio de prisión como presunta autora de un delito de inducción a la prostitución y otro de detención ilegal, así como presunta inductora de tres delitos de abusos sexuales.
Para el hombre acusado, la Fiscalía reclama 22 años y medio de cárcel por el delito de detención ilegal y un delito de abusos sexuales continuado.