El pan será más soso desde este viernes, es decir llevará menos sal, tal y como lo establece la nueva norma de calidad de este producto que ha entrado en vigor hoy. Este alimento constituye una de las fuentes más importantes de aporte de sal (19% del total del sodio ingerido), seguido del jamón, embutido y fiambres.
¿Por qué el pan será más soso desde este viernes?
En concreto, se establece un límite máximo de contenido en sal permitido en el pan común, como producto acabado, de 1,31 gramos por 100 gramos de pan (13,1 g de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,52 g de sodio por 100 g de pan) si se analiza mediante determinación de cloruros o de 1,66 gramos de sal por 100 gramos de pan (16,6 g de sal por kilogramo de pan o el correspondiente 0,66 g de sodio por 100 g de pan), si se analiza mediante determinación de sodio total.
La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de sal entre 2 y 5 gramos al día. En España, señalan los profesionales de la salud, se consumen de media 9 gramos, los que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los expertos aseguran que con el nuevo límite se reducirá aproximadamente el 20% de la sal oculta en nuestro día a día.
«Por encima de 6, consideramos que ya puede tener efectos nocivos sobre incremento de presión arterial. Hay que recordar que la hipertensión arterial es el factor de riesgo más importante para eventos cardiovasculares», ha explicado a TVE la endocrina en el Hospital Gregorio Marañón, Olga González.
Nuevos requisitos para el pan integral
Asimismo, la normativa contempla requisitos más estrictos para considerar un pan integral, exigiéndose que el cien por cien de la harina empleada sea integral. Para aquellos panes integrales o de otros cereales que no estén elaborados de forma exclusiva con ese tipo de harinas, se tendrá que indicar el porcentaje de harina en el etiquetado.
Amplía, además, la definición de ‘pan común’ incluyendo panes elaborados con harinas integrales o que incorporan salvado de cereales, cuyo consumo es altamente recomendado porque aporta más calidad nutricional por su elevado aporte de fibra.
Otra de las novedades consiste en concretar la definición de masa madre, que se preserva a un tipo de elaboración que limita el uso de levaduras industriales y se establecen los requisitos para utilizar la denominación ‘elaborado con masa madre’.
La norma de calidad del pan se aprobó en abril de 2019 (Real Decreto 308/2019, BOE de 11 de mayo) y entró en vigor el 1 de julio de 2019, pero se pospuso hasta este viernes con la finalidad de que poco a poco los fabricantes pudieran adaptar sus procesos de producción y evitar una afección al consumo de pan, según ha explicado el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en un comunicado.
Cómo debe ser el pan artesano
En cuanto a la elaboración artesana del pan, la ley apunta a que debe primar el factor humano frente al mecánico y los requisitos que se deben cumplir para poder incluir esta mención en el etiquetado de los productos. En el caso de pan de otros cereales, también se incluyen requisitos más estrictos, estableciéndose por ejemplo para el pan de centeno que sea elaborado solo con ese tipo de harina.
Finalmente, se garantiza un alto nivel de calidad de los productos y mejora la información que reciben los consumidores, clarificando las denominaciones de venta, así como el resto de información voluntaria que pueden utilizar los operadores.