El dolor de cabeza que algunas personas experimentan cuando hace viento no es causado directamente por el viento en sí, sino por una serie de factores que pueden estar relacionados con las condiciones climáticas ventosas.
¿Por qué nos duele la cabeza cuando hace viento?
- Exposición al frío: Si el viento está frío, la exposición a temperaturas bajas puede provocar constricción de los vasos sanguíneos en la cabeza y el cuello, lo que a su vez puede desencadenar dolores de cabeza.
- Presión atmosférica: Los cambios en la presión atmosférica que a menudo ocurren con el mal tiempo o vientos fuertes pueden afectar a algunas personas y desencadenar migrañas o cefaleas tensionales. Los cambios en la presión pueden influir en la expansión o contracción de los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que causa dolor en algunas personas sensibles.
- Estrés y tensión: El viento fuerte o el clima adverso a veces pueden aumentar los niveles de estrés y ansiedad en algunas personas. El estrés y la tensión son conocidos por ser desencadenantes de dolores de cabeza en muchas personas.
- Exposición a alérgenos: En días ventosos, es más probable que se levanten partículas en el aire, como polvo, polen y otros alérgenos. Si eres alérgico a estas sustancias, la exposición a ellas puede provocar congestión nasal y sinusitis, lo que a su vez puede causar dolores de cabeza.
- Deshidratación: En días ventosos, la deshidratación puede ser más común debido a la pérdida de humedad a través de la piel y la respiración. La deshidratación es un desencadenante común de dolores de cabeza.
Cabe destacar que no todas las personas experimentan dolores de cabeza cuando hace viento, y la susceptibilidad varía de una persona a otra. Si experimentas dolores de cabeza recurrentes o severos relacionados con el viento, es importante hablar con un profesional de la salud para determinar la causa subyacente y recibir recomendaciones específicas de tratamiento.
El dolor de cabeza
El efecto que tiene el viento sobre el cuerpo humano está relacionado con la meteorosensibilidad. Hay personas que son sensibles a los cambios de tiempo tales como los de la presión atmosférica. Es el efecto más conocido. Quién no ha escuchado alguna vez decir eso de me duele la rodilla, seguro que cambia el tiempo. También afecta el cambio de horas de luz, por ejemplo. Ojo porque no estamos hablando de simples dolores. Algunas personas acaban sufriendo alteraciones en el sueño y ansiedad.
El viento también provoca efectos en el cuerpo de algunas personas. Especialmente si sopla fuerte y en épocas de frío. Parece que el dolor está relacionado con lo que se denomina dolor de cabeza por estímulo frío. Cuando comemos un helado o tomamos una bebida muy fría también puede dar lugar a este dolor de cabeza. Si el viento sopla fuerte y la temperatura es baja, afecta especialmente a la zona más desprotegida del cuerpo, que es la cara y la cabeza, que van destapadas. El frío estimula el nervio trigémino, que transmite las sensaciones del cuerpo a la cabeza, ordenando al cerebro la dilatación o constricción de forma muy rápida de los vasos sanguíneos para regular la temperatura tras el frío repentino. Este proceso tan rápido es el que nos provoca el dolor de cabeza.
Así que la ciencia apoya la teoría de que el viento fuerte y frío puede provocar dolor de cabeza. No es una invención o una excusa de unos pocos.