La Brigada de Policía Científica de la Comisaría Provincial de A Coruña, ha confirmado que los vestigios recibidos en su Laboratorio Territorial de Biología – ADN, correspondientes al cadáver de una mujer hallada en el Cabo Peñas (Gozón) el pasado día 23 de diciembre, resultan compatibles con el perfil genético obtenido de muestras indubitadas de Sandra Bermejo García.
Por ahora no hay muchos datos. Se sigue trabajando en esclarecer los hechos y circunstancias que rodearon el fatal desenlace, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
La desaparición de Sandra Bermejo
La pista de Sandra Bermejo se perdió sobre las 17:00 horas del 8 de noviembre, cuando la señal de su teléfono móvil fue localizada por un repetidor en el aparcamiento más próximo a la peña La Gaviera, en el vértice que se encuentra tras el faro del Cabo Peñas y donde fue encontrado su vehículo, en cuyo interior se encontraba su bolso con la documentación y las tarjetas bancarias.
El coche fue localizado en uno de los aparcamientos de la zona perfectamente cerrado y sin signos de violencia, mientras que el móvil no se ha encontrado ni tampoco hay indicios de que haya vuelto a funcionar.
Grupos esotéricos
Otras de las líneas de investigación está relacionada con su pertenencia a grupos esotéricos.
La joven había manifestado a su entorno que frecuentaba alguno de estos grupos que consumen sustancias naturales como la ayahuasca. Así lo ha asegurado el psicólogo Javier Urra, que trabajó con la desaparecida.
Además, la noche en la que desapareció la psicóloga madrileña era de denominada ‘luna de sangre’, por lo que se investiga si esta circunstancia influyó en el suceso y pudiera haber sido captada por un grupo esotérico.
Camisa blanca
Uno de los voluntarios la encontró en las batidas por la zona del Cabo Peñas en busca de alguna pista sobre el paradero de la joven avistó la prenda el pasado 30 de noviembre.
En una zona muy próxima al lugar donde se geolocalizó su teléfono móvil y alertó a SOS Desaparecidos a través de un correo electrónico.
La camisa, es de una marca muy conocida y un tallaje similar al que utiliza Sandra.
Fue recuperada y mostrada a los padres de la joven desaparecida.
No han podido reconocerla como suya ya que lleva dos años afincada en Gijón y pudo haberla comprado durante su estancia en Asturias.