El Ministerio de Sanidad ha actualizado la cifra de fallecidos con coronavirus que permanecía congelada desde hace 12 días con otras 1.179 muertes más, con lo que el total asciende a 28.315 desde el inicio de la pandemia.
Lo ha hecho después de que las comunidades hayan validado los datos de los casos de forma individualizada a falta de incluir el número de defunciones producidas en las últimas 24 horas, que el Ministerio proporcionará esta tarde, ha informado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
«Intención de ocultar muertos no ha habido nunca, en ningún momento. Sí que ha podido haber errores», ha reconocido el epidemiólogo en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, convocada para dar la actualización de la cifra de víctimas mortales con coronavirus en España que llevaba congelada casi dos semanas.
Simón ha detallado el número de defunciones diarias de los últimos 14 días, que no han proporcionado antes porque estaban a la espera de la validación de las comunidades; hasta el pasado 11 de mayo, daban sus datos de manera agregada ante el gran volumen de las cifras, pero ahora, pasado lo peor, pueden ubicar a los fallecidos en sus series por la fecha de defunción y no de notificación.
Así, el pasado 4 de junio murieron con coronavirus 33 enfermos; al día siguiente, 15 y 19 el día 6, aunque aumentaron a 23 el día 10 y bajaron a 11 el 16; desde esta fecha, han sido inferiores a la decena, con 9 el pasado viernes 12 de junio; 6 el sábado; 8 el domingo; 15 el lunes; 5 el martes y 2 el miércoles.
Estas cifras solo se refieren, como hasta ahora, a las personas que han perdido la vida con un diagnóstico positivo de coronavirus confirmado mediante PCR, y no está desglosada por el lugar de fallecimiento. Y aunque en Sanidad asumen «que fallecen por coronavirus, algunos, pocos casos, pueden fallecer por otras causas».
Por este motivo no coincide con la resultante de sumar los globales que facilitan por su lado las comunidades, y que rondaría las 40.000; y es que algunas incluyen en sus propios balances las personas que han muerto con síntomas compatibles pero no confirmados o los sospechosos.
La cifra desde hoy oficial supondría el 65 % del incremento de la sobremortalidad detectado por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) hasta el pasado 22 de mayo, que asciende a 43.340.
Este sistema, ha recordado Simón, hace referencia a la mortalidad por todas las causas, con lo que faltaría por determinar el motivo de defunción de unas 15.000 personas; en su opinión, el porcentaje de las que la causa de la muerte estará directamente relacionada con el coronavirus no va a ser «nada desdeñable», pero no se ha aventurado a calcularlo.
«Sí que está claro que directamente, sea porque la infección haya podido afectar a la salud, o ya sea indirectamente porque la epidemia ha hecho que algunas personas no vayan a hospitales, sea como causa inicial primaria o como causa subyacente o contribuyente secundaria, el coronavirus ha podido participar en ese exceso de mortandad. Está en el aire la sospecha de que tiene algo que ver directa o indirectamente, eso está claro», ha insistido.
Preguntado por si el exceso de mortalidad de 15.000 personas podría corresponderse con la muerte de ancianos en residencias, Simón ha insistido en que no dispone aún de los certificados de defunción, pero ha indicado que la distribución por grupo de edad es equivalente a la habitual. En España, el 98 % de los fallecidos tiene más de 65 años.
Fuentes de su departamento apuntan que es un proceso que puede prolongarse hasta un año, con lo que no será hasta la vuelta del verano o finales de 2020 cuando se pueda identificar la causa de la muerte de estas personas.