VALÈNCIA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) –
La Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana ha rectificado la instrucción inicial que establecía que las embarazadas debían estar solas en la sala de dilatación y durante el parto y permitirá finalmente que estén acompañadas con unas medidas de protección frente al Covid-19. Entre ellas, la persona acompañante deberá utilizar EPI y mantener la distancia de metro y medio del personal sanitario en la sala de partos.
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ya avanzó en la rueda de prensa de este martes que revisarían el protocolo inicial para incorporar las alegaciones presentadas por matronas, pacientes y otros profesionales médicos, pero salvaguardando la protección y seguridad ante un peligro de contagio del coronavirus.
Así, en la nueva instrucción remitida a los departamentos de salud, consultada por Europa Press, se advierte de que el acompañamiento al parto de la mujer embarazada puede suponer un riesgo de contagio para las otras madres, para los recién nacidos, para las parejas o para el propio personal que desarrolla su labor asistencial, y por tanto «se han de establecer medidas que reduzcan el riesgo al máximo, con la menor pérdida de los derechos».
Por ello, el protocolo establece que en el acceso al hospital se evaluará tanto a la mujer embarazada como a su acompañante sobre la presencia de síntomas y la posibilidad de haber sido un contacto estrecho de casos posibles, probables o confirmados.
En el caso de que el acompañante tenga síntomas o haya dado positivo para una prueba de coronavirus en los últimos 14 días, deberá regresar al domicilio pudiendo ser sustituido por otro acompañante que no se encuentre en dicha situación.
Al acompañante, que deberá permanecer durante todo el proceso en el hospital, se le proporcionará material de protección en función del estatus infeccioso, como mascarilla, y se le informará sobre cómo usarla.
El proceso de dilatación se llevará a cabo siempre que sea posible en la habitación asignada en planta de hospitalización y cuando esta opción no sea viable se realizará en la sala de dilatación «manteniendo el máximo de garantías en ese entorno». Además, la persona acompañante deberá utilizar mascarilla quirúrgica y extremar la higiene de manos, limitando sus movimientos dentro de la habitación y sin tocar superficies.
PROTECCIÓN EN EL PARITORIO
En el paritorio se debe asegurar un sentido de circulación en pasillo único con una zona habilitada al inicio para la colocación de EPI y otra a la salida para su retirada, independientemente del circuito establecido para el acceso al paritorio asignado para gestantes Covid.
Si la gestante se puede considerar como caso de Covid-19 positivo, ya sea confirmado, probable o posible, el parto se llevará a cabo en habitación de aislamiento o paritorio designado a tal fin y la mujer llevará mascarilla quirúrgica.
Por su parte, la persona acompañante usará EPI, por lo que se debe garantizar su disponibilidad, y en la sala de partos permanecerá en todo momento a más de un metro y medio de distancia de los profesionales sanitarios. Los profesionales deberán utilizar EPI, FFP2 preferiblemente.
Si la mujer no presenta sintomatología sospechosa de COVID-19 ni ha dado positivo el personal sanitario que atiende a la mujer debe extremar las precauciones habituales en la atención a la paciente, incluyendo el uso de mascarillas quirúrgicas y la persona acompañante deberá utilizar de igual modo EPI y mantener la distancia de metro y medio del personal sanitario. No obstante, en el caso de cesárea no se permite la presencia de acompañante en quirófano.
Durante la hospitalización, se permite una única persona acompañante durante la estancia en planta, solo si se cumplen las siguientes condiciones: no podrá salir de la habitación hasta el alta, se le facilitará alimentación por parte del hospital, se le dará instrucciones sobre higiene de manos y uso de mascarilla y se verificará el compromiso de la persona acompañante para cumplir con las medidas de aislamiento.