(OP).- De Benicàssim a València. La plaga de mosquitos que viene haciendo la vida imposible desde hace más de una semana a los habitantes de esa franja de litoral de la Comunitat amenaza con agravarse, y la previsión de fuertes lluvias para el fin de semana en la zona podría empeorar aún más la situación.
La combinación de fortísimas precipitaciones, agua estancada y calor y humedad han creado las condiciones ideales para la aparición de la plaga.
Castellón ha sido el epicentro, sobre todo en la zona de La Marjaleria y el Pinar del Grao, donde los vecinos no se han atrevido durante días ni a salir de casa. La Diputación castellonense solicitó a la conselleria vuelos de fumigación en previsión de la acumulación de mosquitos, pero estos estan regulados por la normativa europea y no puden ser indiscriminados. Se fumigaron zonas de Almenara, la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules, Burriana, Orpesa, Torreblanca, Cabanes y Peñíscola, pero se dejaron fuera áreas ahora infestadas, como Castellón y Benicàssim.
El problema ha llegado también al litoral norte de la provincia de València, donde también cayó una fuerte tromba de agua hace unos días. Los ayuntamientos de Puçol, La Pobla de Farnals, Rafelbunyol y El Puig han solicitado ya formalmente que se fumigue la zona de los humedales, porque la situación está fuera de control. Los paseos marítimos están desiertos por la tarde y muchos comercios han tenido que cerrar ante la ausencia de clientes, que huyen de las picaduras.
En la capital, València, la plaga no es tan evidente, aunque vecinos de algunos barrios se quejan de que ha aumentado claramente la actividad de estos insectos. De momento, el ayuntamiento ha destinado a la mitad de los equipos de control de ratas al tratamiento contra los mosquitos de agua estancada para tratar de evitar que se descontrole la situación.
