Hace casi 5 años, las Fallas tuvieron el privilegio de ser declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, un reconocimiento basado en la importancia de los numerosos elementos que conforman nuestra fiesta.
Uno de ellos está fundado en los Derechos Humanos, teniendo en cuenta la apertura de las Fallas a cualquier grupo social, edad, profesión, clase social o dimensión cultural. De hecho, citamos textualmente, aquello que aparece en el expediente de la candidatura que nos permitió optar a dicho reconocimiento:
“La fiesta de las Fallas está basada en los principios fundamentales, como son la libertad de participación, la igualdad entre los individuos, la igualdad de oportunidades, el espíritu de solidaridad y fraternidad, así como el respeto a la dignidad humana. Como ejemplo de la igualdad entre géneros y de la evolución positiva de la fiesta en los últimos años, la mujer ejerce la gestión y dirección de las comisiones falleras en igualdad con el hombre. La pertenencia a las comisiones está abierta a cualquier grupo social, incluyendo hombres y mujeres de todas las edades, profesiones, niveles sociales y procedencia geográfica y cultural. La comprensión y el respeto mutuo han progresado gracias a la experiencia del diálogo entre las distintas comisiones falleras, más de 800, que comparten este rico patrimonio.”
Asimismo, “es una forma de conexión entre diversas sensibilidades culturales ligadas a grupos de edad y género diversos. Los niños tienen un elevado protagonismo y su participación supone su temprana socialización en los mecanismos de perpetuación del ritual fallero”.
En definitiva, las Fallas desempeñan un papel de integración comunitaria y así debe seguir siendo, sino no tendría sentido ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las Fallas siempre se han caracterizado por ser una fiesta plural y diversa, una fiesta que respeta y que no tolera la discriminación.
Esta mañana el mundo fallero se ha despertado contemplando en redes sociales unos desafortunados comentarios hacia una de las candidatas a Fallera Mayor de València 2022.
Comentarios despectivos y totalmente falsos, pues para optar a ser máxima representante de las Fallas el único requisito real es estar censada dos ejercicios en una comisión perteneciente a Junta Central Fallera y que dicha comisión te presente como candidata. En ningún momento existe ningún criterio de procedencia, creencia, edad, orientación sexual o género que excluya a ninguna candidata.
Leer comentarios dañinos acerca de la procedencia de la candidata, comparar su valía personal según la vestimenta o incluso llegar a decir que, por estos motivos, “desentona con el resto de las candidatas”, son comentarios que desde Junta Central Fallera queremos condenar para que no vuelvan a repetirse. Comentarios que solo reflejan el desconocimiento que mucha gente tiene acerca del funcionamiento de nuestra fiesta ya que lo más importante para representar a Valencia y a las Fallas es el sentimiento fallero, el compromiso de ser grandes embajadoras de la fiesta y en ningún caso, términos estéticos, económicos o sociales. Por tanto, ya está bien de frivolizar con algo tan importante como ser las máximas representantes de las Fallas y basta ya de jugar aleatoriamente con los sentimientos de cada una de las falleras que se presentan a este complicado proceso de selección.
Por todo ello, estamos estudiando la posibilidad de tomar medidas al respecto para que esto no vuelva a suceder. Desde Junta Central Fallera no vamos a permitir mensajes xenófobos como los que hemos podido leer hoy y desde aquí queremos enviar nuestro apoyo a la candidata afectada pero también al resto de ellas, que están expuestas cada día a los comentarios y opiniones de gente que ni tan solo tiene el placer de conocerlas.
Sigamos trabajando por nuestra fiesta y por seguir siendo ejemplo de respeto, tolerancia y pluralidad. Desde Junta Central Fallera seguiremos insistiendo en nuestro compromiso por garantizar los derechos fundamentales de todo el colectivo fallero.