Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en muchos países del mundo, y España no es una excepción. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021 murieron 119.196 personas como causa de estas enfermedades, lo que representa un 26,4% del total de fallecimientos, además de registrarse más de medio millón de ingresos hospitalarios.
Las enfermedades cardiovasculares
Detrás de muchas de estas muertes está la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA), que suponen la acumulación de lípidos, principalmente colesterol LDL (el colesterol ‘malo’), en el revestimiento interno de las arterias.
Un mal que, dentro de poco, puede tener remedio con la llegada de una vacuna para poner a raya al colesterol malo. Un enigma fue lo que puso a los expertos sobre la pista de una nueva línea de investigación.
La vacuna contra el colesterol
Y es que hace unos se conoció que dos mujeres, una de Estados Unidos y otra de Zimbabue, vivían con una cantidad extremadamente baja de LDL: apenas 15 miligramos por decilitro de sangre, cuando lo habitual en una persona saca y activa es de unos 100. Por si fuera poco, esta cifra apenas subía ni con una dieta rica en grasas. El ‘secreto’ era la alteración en el gen PCSK9, un agente importante en el metabolismo del colesterol.
Inyección dos veces al año
Después de algunos tratamientos eficaces, ahora lo próximo en llegar es una vacuna, que apenas requerirá de dos pinchazos al año. Con ello se podrá inhibir la producción de PCSK9 en el hígado, lo que repercute en el colesterol malo.
El Ministerio de Sanidad ha aprobado la financiación en el Sistema Nacional de Salud de Leqvio (inclisirán es su principio activo), de la compañía Novartis, de tecnología ARN y hasta ahora el único de su clase aprobado en Europa tras demostrar reducir el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (c-LDL).
Sanidad lo financiará en casos de mayor riesgo: aquellos enfermos cardiovasculares que no consiguen bajar sus cifras de colesterol ‘malo’ por debajo de los 100 mg/dl con los tratamientos disponibles ni con dieta y ejercicio físico.
Los ensayos, realizados con miles de pacientes, han demostrado que es seguro y eficaz “con una reducción potente y sostenida de LDL de hasta un 54%”, explica la compañía.
Efectos secundarios leves
Además de la mencionada eficacia y seguridad, los ensayos clínicos realizados hasta la fecha revelan la presencia de efectos secundarios de carácter leve. “Es seguro, muy eficaz y, sobre todo, va a solucionar el problema del cumplimiento del tratamiento por parte de los enfermos. Bastará con una inyección subcutánea cada seis meses que los pacientes pueden hacer coincidir con su visita de control en su hospital”, explica José Luis Zamorano, jefe de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal.
En cualquier caso, junto con el tratamiento, los pacientes deben seguir tomando las pastillas contra el colesterol, puesto que el Ministerio de Sanidad lo financia supeditándolo a que se mantenga la toma de los fármacos convencionales. Después de demostrar su eficacia y seguridad en los ensayos, el próximo paso es “demostrar que reduce la mortalidad a largo plazo y es capaz de revertir la placa de ateroma que es la ‘piedra Rosetta’ de la aterosclerosis. El LDL es como el plástico, es casi indestructible”, apunta Zamorano.